72 políticos en acción

En una instancia en la que políticamente pujan genuinas intenciones de cambiar la degradación económico-social del país desde hace décadas con las que pretenden mantener privilegios e impunidades, es adecuado continuar reflexionando manteniendo el principio básico de la propaganda política, consistente en emitir mensajes masivos breves, simples, y en general de veracidad incomprobable dirigidos a todos los sectores sociales por igual. La excepción en este caso será la de plantear datos, hechos veraces y dudas de ser necesario, que configuren hipótesis factibles, no verdades excluyentes. Esta simplicidad de origen lejos de ser banal, remite al esencial aprendizaje igualitario para saber leer y escribir, en el que la palabra se asocia a la imagen (por ejemplo, OSO junto a la imagen de un oso), que hace mucho más comprensibles las argumentaciones, que el empleo de insulsas abstracciones discursivas basadas en lo simbólico, ideológico y partidario. No es lo mismo expresar que “la CGT declara un paro general”, a que lo anuncien conocidos sindicalistas perdurables por décadas, como Daer, Moyano, Acuña, Piumatto, Palazzo y Andrés Rodríguez, entre otros.

Ello justifica centrarse en los 355 nombres propios de los políticos institucionalmente responsables de los fracasos pasados, con la oportunidad de redimirse si promueven cambios estructurales virtuosos, y establecer un orden analítico que interrelacione adecuadamente en el mediano plazo los hechos políticos, porque como diría Cristina Kirchner “todo tiene que ver con todo”, válido siempre y cuando se expliciten los elementos que componen “el todo”. A tal efecto, ordenados cronológicamente se proponen los siguientes: 1) triunfo electoral de Milei; 2) tratamiento de la Ley Bases en diputados; 3) tratamiento de la Ley Bases en el Senado; 4) de aprobarse la ley, mención de los principales artículos aprobados y rechazados; 5) análisis de los votos; 6) elección legislativa 2025. Dado por cerrados los puntos 1) y 2), es momento de detenerse en el tratamiento de la ley en el Senado, etapa en la que juegan 72 fichas (léase senadores), con perfiles distintos al de los diputados. En el Senado se igualan todas las provincias en cuanto a peso decisorio, cada una de las cuales aporta tres representantes, que idílicamente suponen dos del oficialismo y uno de la oposición. Sería lógico pensar que los senadores priorizarán los intereses de sus provincias por sobre los personales (evitar las carcajadas ante este supuesto), y que en el debate se compatibilizarán posturas para arribar a una propuesta factible y consistente. Especial interés reviste la actitud de quienes  ingresaron al senado como recientes ex gobernadores, que aún derrotados debieran actuar conjuntamente con los actuales (Manzur con Jaldo en Tucumán; Alicia Kirchner con Vidal en Santa Cruz; Corpacci con Jalil en Catamarca; Ledesma con su esposo Zamora en Santiago del Estero; Suárez con Cornejo en Mendoza y Uñac con Poggi en San Luis). Igual incógnita revisten los de adhesiones fluctuantes. Comprobar por ejemplo, si Lousteau actuará como presidente de la UCR en acuerdo con los gobernadores de dicho partido, o como Lousteau. La realidad es que todo lo que rodea a Milei hasta el momento es inédito y conmocionante: con poco más de cinco meses de gobierno no tiene leyes aprobadas, la ciudadanía sufrió dos paros generales de la CGT, y en abril hubo un ejemplar pacto masivo entre todos los senadores para aprobar en dos minutos un fuerte incremento de sus dietas, situación que no se repite para debatir temas trascendentes de interés general, y no particular. Las fuerzas del infierno no se amilanan ante las fuerzas del cielo.

Con respecto al soporte analítico del punto 6) referido a la elección legislativa 2025, que renovará 24 senadores y 127 diputados, su tratamiento a lo largo de meses comenzará una vez definido el destino de la Ley Bases, pues las votaciones serán importantes indicadores para incursionar en un tema clave que ya preocupa a muchos políticos. Cabe sin embargo adelantar una propuesta que apela a lo lúdico basado en un juego de mesa aún no patentado, tendiente a ejercitar reflexiones políticas individuales fundadas , que no estén condicionadas por las habituales técnicas de persuasión discursiva y propagandística. Así como existen los que permiten jugar a ser hombre o mujer de campo (Estanciero), inversor millonario (Monopolio) o estratega bélico (TEG), el juego “Listas sábanas legislativas 2025” tiene el objetivo de transformarnos en sagaces analistas políticos, para suponer cómo se configurarán dichas listas. Para jugar con éxito, desde ahora se debe prestar atención a como los políticos, que en el juego serán fichas con nombres propios, votan, actúan y declaran, para ir imaginando sus próximos reagrupamientos electorales para sobrevivir, y una vez oficializadas las listas, verificar el nivel de coincidencias. Próximamente se detallarán las reglas y diseño del tablero.

Buenos Aires, 15 de mayo 2024

Estado y castas presentes

Cerrada la etapa electoral con el triunfo de Javier Milei por sobre desprestigiados actores y aparatos partidarios, para canalizar el hartazgo social de modo positivo hacia el futuro, los hechos políticos deben analizarse de modo comprensible para todos los niveles sociales. Para ello es útil partir de una regla básica de la propaganda política llamada de Simplificación, cuyo instrumento más usado es el eslogan. Es diseñado con frases breves y rítmicas con términos fácilmente recordables por todos los niveles socio-culturales, que para ser efectivo debe ser compatible con la realidad, o hacer creer que lo es. Vale ejemplificar este concepto con los conocidos  “El Estado presente” acuñado por el gobierno anterior, y “Castas corruptas” como caballito de batalla electoral de Milei. El primero recurre a la abstracción Estado complementado con el término “presente”, pretendiendo convencer que actúa para el bien común y no en defensa de intereses sectarios. Milei por su parte utilizó el término Castas como forma de organización política, adjetivándolas como “corruptas”. El resultado electoral mostró cuál de los dos eslogans resultó más creíble para impactar en la sociedad. Sin olvidar que lo hizo en un contexto en el cual fueron derrotados regímenes caudillescos con décadas ejerciendo el poder, como se manifestara en las provincias de San Luis, Chaco, Neuquén y Santa Cruz. Sin embargo el sistema electoral diseñado permite que gran gran parte de las dirigencias asociadas o facilitadoras del saqueo de recursos públicos y avaladores de impunidades, aún desprestigiadas y conmocionadas estén activas, por lo que puede afirmarse que continúa “presente” la relación entre Estado y Castas. 

Esta realidad exige actualizar los parámetros analíticos, partiendo de la inédita debilidad legislativa de Milei y sus arrebatos impredecibles, que hacen públicamente partícipes de concretar cambios transformadores a los 355 políticos que a nivel nacional deciden (presidente, vice, gobernadores y legisladores), que según sus roles, deberán ser juzgados por como conducen, ejecutan y legislan (léase votan), y no porque se autoproclamen peronistas, radicales u otras variantes, y menos aún, por sus desgastados ropajes discursivos, ideológicos, partidarios o simbólicos, como Patria, Pueblo y Solidaridad, entre otros. Las actuales liquideces políticas son producto de la desaparición de las identidades nacionales unívocas de la UCR y el PJ, que hicieron colapsar los principios de Perón respecto a que “los únicos privilegiados son los niños” y “somos el partido de los trabajadores”, cuando hoy más del 50% de niños viven en estado de pobreza, y añejos sindicalistas enriquecidos se asocian a piqueteros y desocupados para mantener privilegios. También colapsó el principio de Alem respecto a que “el radicalismo se rompe pero no se dobla”, cuando desde hace décadas dirigentes radicales con cargos en mano se doblan y arrodillan, como ejemplifican los ex candidatos presidenciales Leopoldo Moreau y Ricardo Alfonsín, mutados en fervorosos kirchneristas. También es importante desactivar la trampa discursiva empobrecedora de si “más o menos Estado”, como si su eficacia se evaluara por tamaño o kilaje. El perfil de una Nación, sea cual fuere su régimen político, lo define el Estado, que en nuestro país republicano lo encarnan los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, responsables de que haya subdesarrollo, corrupción y altos índices de pobreza. El ciudadano deberá estar atento al desarrollo de los acontecimientos, recordando que en la crisis 2001-2002 ante el clamor de que “se vayan todos”, se quedaron casi todos, y se encuentran hoy en funciones.

Las autoconvocatorias ciudadanas masivas e inevitablemente pacíficas, que se caracterizan por expresar reclamos comunes trascendentes que no admiten grietas ni logísticas organizativas políticas, suelen derivar en esclarecedoras enseñanzas. Se destacan el caso Blumberg en abril del 2004 en reclamo de seguridad, que produjo reformas legislativas inmediatas, algunas de las cuales pícaramente fueron posteriormente desactivadas; el conflicto del campo entre marzo y julio del 2008, que el gobierno calificara de “piquetes de la abundancia”, y transparentara que la temática del campo había pasado de la “oligarquía vacuna” a la industrialización con una cadena productiva integrada por diversos sectores sociales; y la realizada recientemente en defensa de las universidades públicas, que excediendo el justificado reclamo por la emergencia presupuestaria, hizo ver que el Consejo Universitario desde hace décadas no solo no es auditado, sino ni siquiera presenta Memoria y Balance de sus gestiones anuales ante los estudiantes y la sociedad aportante, ni ofrece propuestas para optimizar o modernizar su funcionamiento. Pese a lo cual hay políticos que en cabeza del senador Lousteau y el vicerrector Jacobitti, proponen crear cinco nuevas universidades, que conducirán políticos en lugar de académicos. En este ejemplo, ¿sería aplicable el eslogan “la Patria está en peligro?”

Buenos Aires, 08 de mayo 2024