Periodismo y política

El día del periodista celebrado el 07 de junio pasado conmemora la fundación de la “Gazeta de Buenos Aires” en 1810 por Mariano Moreno, a días de la revolución del 25 que inició la etapa independientista, lo que revela sus objetivos políticos. Esta relación entre política y periodismo, trasladada a nuestra actualidad, y  considerando que las únicas fuentes disponibles de información para el ciudadano común provienen de los medios de comunicación, es oportuna una reflexión.

En un contexto en el que uno de nuestros escasos logros institucionales es la libertad de prensa y opinión, coexisten medios con más de un siglo de existencia, los que están en manos de empresarios con actividades diversificadas, multimedios en poder de sindicalistas, los que se adquieren o sostienen con aportes estatales o evasiones fiscales, entre otras variantes. En cuanto a periodistas, los hay de investigación, información, opinión y quienes plantean el debate político como espectáculo, con predominio del escándalo. A lo que se suma la irrupción de nuevas tecnologías digitales, que convirtieron a la comunicación en una gran ágora en la que todos pueden participar, sin importar su nivel de formación y argumentación, y con una viralización que bien definió el conocido publicista Saravaglio: “Lo viral es un virus, y si no se sabe lo que es, estás desinformado”. Virus que afectó a tradicionales políticos que obligados a interactuar en redes para no perder presencia, revelaron que muchos razonan y opinan tan elementalmente como cualquier ciudadano sin pretensiones de representación. Como en esta coctelera informativa participan también mafias, corporaciones prebendarias y corruptos con complicidades estatales, el periodismo político no debiera exagerar su victimización ante los agravios, sino cumplir el rol de un corresponsal de guerra forzado a poner los pies en el barro y ser sometido a presiones. Defendiendo a rajatabla, eso sí, la valiosa libertad de prensa. Más aún ante prácticas políticas recurrentes en las que predomina el secretismo, factor imprescindible para que exista corrupción, estando generalmente a cargo del periodismo profesionalizado el descubrimiento de los casos de corrupción estatal-privada.

En este marco, para analizar el devenir político de modo comprensible para todos los sectores sociales por igual, retomando la estrategia educativa primigenia en la que la palabra “pato” coincidía con la imagen de un pato (no habitual en el discurso político), cabe explicitar algunos mojones analíticos.

1.- Para encuadrar al presidente Milei, vale recurrir a la invocación de las fuerzas del cielo con sus resonancias bíblicas, y recordar que los dioses solían castigar a las dirigencias corruptas a través de un enviado que utilizaba un lenguaje agresivo e insultante contra tales demonios, que en nuestro caso serían funcionarios y empresarios asociados para saquear recursos públicos, patotas sindicales millonarias, explotadores de pobres con una cruz en el pecho, golpistas y promotores de juicios populares contra adversarios tildándolos de “basura, sos la dictadura”. De todos modos, es importante que nuestro sorpresivo enviado bajo la imagen de un león (imagen sagrada para los faraones), tenga presente que también debe socorrer y proteger al tendal de víctimas que dejaron tales demonios, para lo cual urge que arme una estructura de gobierno consistente y eficaz, aunque se le filtren algunos integrantes del averno disfrazados de ángeles.

2.- Para no confundirse ante la hojarasca dialéctica plagada de abstracciones, los análisis se concentrarán en los 355 políticos elegidos por el voto popular que deciden a nivel nacional (presidente, vice, gobernadores y legisladores), que serán evaluados por sus opiniones y acciones certificadas en videos y reportajes públicos, eludiendo noticias falsas o rumores. En cuanto a los legisladores, lo decisivo será observar cómo votaron, abstuvieron o ausentaron cada uno de ellos en los distintos temas, para lo cual será importante la información de los medios de comunicación para dicha identificación.

3.- Considerando que los elementos señalados son aún insuficientes para que un ciudadano común pueda formular una argumentación fundada, las reflexiones tenderán a señalar omisiones o contradicciones discursivas a ser clarificadas, en lo posible con apoyo de las entrevistas periodísticas.

4.- Por último, como recomendación útil para participar con éxito en el próximo juego popular de mesa “Arme sus listas sábanas legislativas 2025”, recordar la descripción que Maquiavelo le hiciera al príncipe respecto de las tropas mercenarias: “viven desunidas, son ambiciosas, indisciplinadas, desleales, desean ser sus soldados mientras no haya guerra, pero en cuanto esta estalla, prefieren la deserción” (léase pasarse a otra lista). Hoy ya hay muchas tropas políticas que se están ofreciendo en alquiler para el 2025.

Buenos Aires, 12 de junio 2024