¿Batalla o parloteo cultural?

Es momento de ir afinando la gimnasia analítica para iniciar el juego individual “Arme sus listas sábanas 2025”, consistente en suponer los nombres de siete primeros precandidatos a integrar las listas sábanas de los tres espacios políticos preponderantes, más un cuarto espacio armado de apuro bajo la clásica invocación federal. En esta etapa de ímpetus electorales, se inserta la creación de Organizaciones y Fundaciones teñidas de intelectuales y destinadas a librar una “batalla cultural”, y la abortada sesión legislativa en que por ausencia de un diputado, no alcanzó el quorum para tratar la aprobación de la llamada Ficha Limpia, hechos que se interrelacionan si se clarifica la diferencia entre educación y cultura.

Educación implica enseñanza y aprendizaje de conceptos básicos generales necesarios para el desarrollo de los individuos, en especial niños y jóvenes, como forma eficaz de generar responsabilidad social y reducir la pobreza, mientras que  Cultura refiere a creencias, valores y comportamientos grupales en un país, que abarcan aspectos históricos, religiosos, morales y artísticos, entre otros. Por lo expuesto, mientras educación implica enseñanza racional de conceptos básicos comunes o específicos, cultura supone diversidad y debate, por lo que trasladado a la política, las batallas culturales intentan convencer y subyugar sin educar, utilizando reglas clásicas de la propaganda, en la que abundan escenografías, grandilocuencias verbales y distorsiones conceptuales. No en vano en los debates, escasos de ideas, predominan los términos zurdos, fascismo, camisas negras, y simbologías similares.

Un ejemplo de que en la política criolla no abunda la educación básica es el debate en diputados por el instrumento legal llamada ficha “limpia”, pues no se puede llamar “limpia” a lo que habilita ocupar cargos públicos a quienes tengan una condena firme por corrupción, y se duda si aprobarla con dos condenas. También brinda datos valiosos la ausencia de un solo diputado/a para obtener quorum en el tratamiento de la mal llamada “ficha limpia”, pues ratifica que para formar opinión consistente, deben observarse las acciones, discursos y reacomodamientos de los 355 políticos que elegidos por el voto popular, asumen la responsabilidad de concretar reformas virtuosas, o bien sostener privilegios e impunidades, que en el caso de los legisladores se transparentan según voten o se ausenten, y no por como declaran. Y recordar que cuando las votaciones o quórums se definen con números ajustados, es habitual que las negociaciones previas sean más intensas, y de ser necesario, incluyan elegir a quienes individualmente sea con silencio o excusas banales, asumiránlos costos de sus ausencias. Para estos análisis, cabe destacar el valioso aporte que están brindando algunos medios gráficos, al indicar individualmente como votan o se ausentan diputados en el tratamiento de temas trascendentes. Considerandoque los bloques de Unión por la Patria y de Izquierda (104 diputados), mantienen una oposición cerrada a todo cambio, vale poner la mirada en los llamados dialoguistas, federales, innovadores y demócratas. En el tratamiento de “ficha limpia” se citan seis ausencias: Manuel Aguirre, de Corrientes (UCR); Carlos García, de Chaco (oficialismo); Mónica Frade, de provincia Bs. As. (Coalición Cívica); José Nuñez, de Santa Fe (PRO); Esteban Paulón y Florencio Randazzo, de provincia Bs. As. (Encuentro Federal).

Retomando la efervescencia cultural, cuya preocupación de las caras visibles es integrar listas sábanas para no quedar desguarnecidos dando cursos barriales de formación cívica, cabe señalar tres grupos: 1) Espacios oficialistas, como Fundación Faro conducida por Agustín Laje, y Las Fuerzas del Cielo cuya cara visible es el “influencer” apodado Gordo Dan; 2) quienes desde el llano desean reingresar a los confortables cargos legislativos, entre ellos el novel Movimiento al Desarrollo, conducido por Rodríguez Larreta; 3) A quienes se les vence el mandato en el 2025, y sus votos pueden usarse para presionar y/o negociar (Lousteau, Manes) En el oficialismo es razonable que se pretenda conformar una estructura de extensión nacional propia, pero es de esperar que con candidatos más consistentes, pues los partidos tradicionales pueden darse el lujo de incluir impresentables, dado que cuentan con soportes corporativos desde hace décadas. Posibilidad que Milei, aun incrementando su planta legislativa, no tendrá hasta el fin de su mandato.

Buenos Aires, 27 de noviembre 2024

Justicia zarandeada

Aplicar principios de educación básica para que las argumentaciones políticas sean mayoritariamente comprensibles, como cuando para aprender a leer y escribir la palabra “oso” debía coincidir con la imagen de un oso, se dificulta ante temas centrados en conceptos abstractos como Justicia, y su soporte institucional Poder Judicial. Lograrlo implica analizar en base a hechos de conocimiento público, en lugar de sumergirse en complejidades jurídicas. Para detectar falacias, ayuda la fragmentación política que deja sin caparazones partidarios a los legisladores, presentándolos desnudos cual rey de la conocida fábula, lo que los obliga a transparentar sus responsabilidades e intenciones individuales en cada votación, como sucediera en la realizada en abril de este año, en la que los senadores incrementaran sus dietas. A ello se agrega que la cadena de relaciones e intereses tradicionales fue afectada por la aparición de un eslabón perdido llamado Milei.

Sin embargo, es necesario comenzar con una asociación entre palabra e imagen para interpretar el concepto justicia, recurriendo para ello a la historia. El código de justicia más antiguo conocido se remonta al año 1750 antes de Cristo, elaborado sobre piedra por el rey babilónico autócrata Hammurabi, lo que explica su perdurabilidad. Destinado a mantener la armonía y resolver los conflictos entre sus súbditos, predominantemente analfabetos, se destacaba por la claridad de sus normas sin capciosas interpretaciones, la permanencia en el tiempo y equidad en su aplicación, condiciones que en nuestra sociedad no cumplen quienes deben diseñar y aprobar leyes virtuosas y equitativas (poder legislativo), y aplicarlas eficientemente en tiempos razonables (poder judicial). Por lo que en un contexto de convicciones políticas líquidas, malas praxis judiciales y una consolidada cadena de impunidades, cabe hablar de Justicia apalancados en tres hechos vigentes: la postulación de Ariel Lijo como juez de la Corte, la condena en segunda instancia de Cristina Kirchner y otros funcionarios por corrupción, y el debate legislativo para implementar la Ficha Limpia para ocupar cargos públicos.

La postulación de Ariel Lijo vía Poder Ejecutivo desnudó hipocresías discursivas de muchos legisladores, pues ratificó que en la designación de jueces no caben idealismos aristotélicos que prioricen verificar rectitud, imparcialidad, honestidad y ecuanimidad, sino que son producto de negociaciones que intercambian candidatos según fidelidades y conveniencias. Al punto que quienes sueltos de lengua para degradar a propios y extraños, ante consultas respecto a cómo votarían dicha postulación, prefieren reservarse la opinión. Pero el caso Lijo promueve un interrogante preocupante: si Lijo no es moralmente apto para juez de la Corte, como puede serlo para seguir siendo juez federal. Y en busca de una respuesta, qué rol cumple el Consejo de la Magistratura al respecto, que desde 1998 debe responder por los procesos de selección primero, y desempeños que impliquen sanciones o remociones posteriormente.  

En cuanto a la ratificación de la condena de Cristina Kirchner por corrupción, y sin detenerse en alquimias defensivas medievales modernizadas como la palabra “lawfare”, la causa Vialidad Nacional permite entender que el término “corrupción” no es aplicable solo en el campo penal, con funcionarios públicos y privados asociados en una trama diseñada para enriquecerse a costa de recursos del Estado, sino que para concretar estos saqueos, es necesario transitar un largo circuito administrativo integrado por personal no jerárquico, gremialistas, opositores y contactos  judiciales de ser necesario, que “dejan hacer y dejan pasar” sea por el otorgamiento de beneficios no punibles, como privilegios y prebendas legales, o simplemente por miedo. La causa Vialidad contiene todos los condimentos posibles en este circuito: un organismo central licitante de obras específicas, empresa contratista predominante creada para la canalización de recursos durante doce años, relaciones personales y comerciales entre funcionarios y empresarios, anticipos financieros sin garantías ejecutables, y descontrol en los seguimientos de avances de obra. Configurando lo que Max Weber denominaba Estados patrimonialistas, que “dan vía libre al enriquecimiento de sus funcionarios, cortesanos, favoritos, gobernadores, mandarines, recaudadores de contribuciones, procuradores y vendedores de gracias de toda clase”.

Finalmente, un debate legislativo demuestra que se pueden explicar hechos políticos de modo que sean racionalmente entendibles por quienes cursan la enseñanza básica. Supongamos una maestra/o que muestra a los alumnos tres cartulinas de 20×20 cm. llamadas “fichas”; una es toda blanca, la segunda tiene una mancha, y la tercera dos o más manchas. Los interpelados posiblemente digan que la primera está limpia, la segunda manchada y la tercera sucia. Nuestros legisladores en cambio, quizás con espíritu de autopreservación, discuten fervorosamente cuantas manchas deben tener las llamadas Fichas Limpias, para impedir que los condenados por corrupción puedan acceder a cargos públicos.

Buenos Aires, 20 de noviembre 2024

El turismo político une

La elección presidencial en Estados Unidos pareció adquirir gran importancia para más de 25 legisladores, funcionarios provinciales e incluso judiciales de distintos signos políticos, que se trasladaron a dicho país en pleno tratamiento del presupuesto nacional, para “vivir en primera persona el proceso electoral norteamericano, y participar en charlas y debates”, objetivo que con la multiplicidad de fuentes e interacciones informativas que brindan los medios digitales, puede lograrse a distancia con mayor eficacia en el uso de recursos públicos y tiempo empleado. Un dato a tener presente en el armado de las próximas listas sábana, es que se ratifica que en ámbitos distendidos como los generados en viajes de turismo político, no existen grietas irreconciliables.

Para quienes no pudieron viajar, también la elección estadounidense presenta aspectos útiles para interpretar nuestra coyuntura, relacionados con encuestadoras y analistas políticos. En un país con un bipartidismo consolidado y cuna de las encuestas metodológicas (empresa Gallup creada en el año 1935), estas fallaron ostensiblemente en sus predicciones, al presentarla como la elección americana más pareja de la historia. La sorpresa no fue el triunfo de Trump, sino lograrlo en cantidad de votos individuales, bancas legislativas y predominio casi total en los diversos estados. Por el contrario, la sorpresa de Milei es haber triunfado sobre estructuras de poder tradicionales, sin poseer una propia de extensión nacional. Ello implicó que pese a tener el 56% de votos individuales, cuenta con representaciones legislativas minoritarias, y no posee gobernaciones e intendencias propias, por lo que se lo define como un gobierno débil. Las similitudes entonces se reducen al término “sorpresa”, pero no se extienden a lo institucional y económico.

Las semejanzas plenas surgen en la caracterización que analistas e intelectuales hacen de Trump y Milei: autoritarios, excéntricos, fascistas, peligro para la democracia, misóginos y racistas, entre otros adjetivos. Ante tamaño desborde conceptual, y en aras de la simplicidad argumentativa, vale imaginar a un niño de la escuela primaria que apelando a la sana curiosidad infantil preguntara: ¿si los candidatos son tan malos, porqué derrotaron claramente a sus opositores? Mientras los estadounidenses están abocados a formular una respuesta consistente, integrantes de nuestro establishment político empobrecedor parecieran ignorar que existe más del 50% de pobreza, indicadores económicos-sociales que nos sumergen en los últimos lugares de toda tabla comparativa entre países de reconocidos organismos internacionales, y en donde el concepto Patria lo invocan quienes usufructúan privilegios.

Como intelectualidad y transmisión comprensible de conceptos no son contradictorios, cabe citar una expresión simple del brillante pensador, escritor y polemista recientemente fallecido Juan José Sebreli, al confesar “voté a Milei a mi pesar, para no votar a Massa”, quien representó a un peronismo kirchnerista que a lo largo de dieciséis años de gobierno y cinco de oposición demostró su raigambre elitista, conservadora de privilegios e impunidades. Pero la frase debiera interpelar, entre otros, a Larreta, Lousteau, Pichetto, Manes, Monzó, Carrió y Schiaretti, quienes se presentaron ante la sociedad como “el cambio”, y hoy en lugar de promoverlo legislativamente por sí o a través de quienes les responden, lo obturan con excusas asentadas en modos y perfiles psicológicos de Milei.  En este punto surge una hipótesis inquietante, que alcanza a políticos y analistas con independencia de fluctuantes ideologías y ropajes partidarios de ocasión, basada en que la resistencia a desactivar la matriz del empobrecimiento no es solo del kirchnerismo, sino también de quienes más hipócritas, plantean “estar de acuerdo con el fondo, pero no con las formas”, y emplean una estrategia comunicacional destinada a disimular esta resistencia distrayendo a la opinión pública con discusiones banales, escenificaciones ridículas y obsesiones personales.

Para develar esta hipótesis juega un rol esencial el periodismo, formador de opinión y comunicador natural de los acontecimientos. En el periodismo político coexisten la opinión (es subjetiva), información (con datos certificados o fuente reconocible), investigación (es especializada y compleja) y espectáculo (cruces de insultos, frases infantiles, escándalos). ¿Muchos actores no estarán sustituyendo opinión, información y aporte político con espectáculo?

Buenos Aires, 13 de noviembre 2024


Preescolar universitario

Preescolar es la etapa educativa previa a la enseñanza primaria, por lo cual pareciera un contrasentido relacionarla con la educación superior. Sin embargo, si el debate acerca del financiamiento de las universidades estatales se analiza con un sentido abarcador asociado a la problemática educativa general, esta relación cobra sentido. Para explicarlo, los argumentos más complejos de la actividad universitaria deben adaptarse a los de la enseñanza básica inicial, socialmente igualadora, que deben ser útiles, simples, comprensibles y veraces. En este caso, las palabras perro, gato y pelota, por ejemplo, que en la enseñanza básica no se discuten, se reemplazan por autonomía, autarquía y auditoría, causantes de intrincados debates entre las máximas instancias educativas formadoras de dirigencias estatales y privadas.

A diferencia de los niños, los adultos suelen disimulan intenciones invocando actitudes principistas. Una forma de detectar incongruencias es jugar con palabras y números. Por ejemplo:

El Estado te cuida + la Patria sos vos = pobreza 41,7% en el año 2023

Como cuando el rector de la Universidad doctor Gelpi, expresa que “queremos ser auditados todo lo necesario, pero en el marco de las leyes e instituciones”, o el senador Lousteau, que ante el decreto ómnibus de transformaciones estructurales, declaró que “estoy de acuerdo con el fondo, pero no con las formas”, sin que a la fecha haya explicitado que transformaciones apoya. De igual modo, la polémica universitaria presenta una matriz similar a todo debate que afecte intereses y privilegios de instituciones relacionadas con fondos públicos, como ausencia o distorsión de datos oficiales consistentes, y estrategias discursivas grandilocuentes. Tales hipocresías impiden aprender en base a una coherencia lógica entre palabra, imagen y concepto, por lo que a nuestro utópico aprendiz infantil solo le cabe el saludable ejercicio de la curiosidad, y preguntar: ¿auditar qué? ¿El presupuesto del 2023, y cotejarlo con lo realmente ejecutado? ¿Existe el balance de cierre, y de ser así, porqué, con o sin auditoría, no se lo hace público para conocimiento de profesores, alumnos y la sociedad que aporta los recursos?Evidentemente, el problema no es qué organismos pueden auditar.  

Como estos interrogantes no lo clarifican las autoridades responsables, en lugar de opinar suponiendo o inventando, cabe formular una ruta analítica que comience por definir a modo diccionario las palabras en debate. Autarquía: autosuficiente, autónomo, independiente. Esta condición no se ajusta a quienes dependen de recursos públicos. Autonomía: es una descentralización que permite fijarse sus propias normas, y administrar por sí mismo los recursos públicos otorgados en el presupuesto nacional, que usualmente incluye restricciones entre lo pedido y lo otorgado. Auditoría: es una revisión contable, de requisitos y gastos establecidos en el presupuesto que adjudicó los fondos, respecto a lo realmente ejecutado. Lo señalado puede transmitirse a los alumnos de la primaria, con un ejemplo: si el niño depende de sus padres, quienes le dan una cuota semanal para el cine, revistas y golosinas, no es autosuficiente. Pero tiene autonomía para redistribuir dicha suma entre los gastos previstos. Si del control de gastos por parte de los padres (auditoría), surge que el dinero se usó para comprar droga, el acuerdo quedará caído, y se analizarán correcciones y sanciones. El planteo no convencerá a políticos y autoridades; pero sin duda el niño lo entenderá.

Lo relevante es asumir que la problemática se inicia con el presupuesto nacional que distribuye los recursos públicos, lo que genera un desafío para legisladores acostumbrados a trabajar sin ítems detallados fidedignos y sin criterios de optimización de recursos, sino jugando a la tómbola de los porcentajes (x % del PBI) o actualizando gastos con índices de inflación, práctica que alcanza a todas las reparticiones, organismos y empresas públicas por igual. Por ello el presupuesto nacional 2025 a diseñar bajo el saludable objetivo de no tener déficit fiscal, que suele alimentar privilegios y empobrecimiento de los ciudadanos, exigirá un trabajo inédito y altamente profesional. Durante la tarea legislativa, el ciudadano no deberá deslumbrarse ante quienes declaren “apoyo el déficit fiscal cero”, sino prestar atención a lo que se propone y como se vota.

Buenos Aires, 06 de noviembre 2024

Sábanas políticas argentinas

A poco más de seis meses de que se definan las listas a presentarse en las elecciones que pondrán en juego 127 diputados y 24 senadores nacionales, los ámbitos políticos, ajenos a las urgencias sociales, están febrilmente dedicados a la lucha para ubicarse en las sábanas legislativas 2025. En lo discursivo abundan términos tales como  traidor, colaboracionista, desequilibrado mental y desagradecido, en tanto el muñeco para el “pegue y gane” del parque de diversiones es el presidente de turno. Es momento entonces que el ciudadano común analice las coyunturas políticas próximas a través de un metafórico juego de mesa llamado “Arme sus listas sábana 2025”, acotadas a las candidaturas de la Ciudad y Provincia de Buenos Aires por su peso electoral y toma de decisiones de impacto nacional, pero adaptable a las condiciones locales de distintas provincias. Consiste en una grilla subdividida en cuatro sectores, perteneciendo tres de ellos a las coaliciones de mayor peso electoral, y el cuarto oficiando de comodín, destinado a autoproclamados “moderados” que insistirán en presentarse de apuro como opción innovadora de centro. Cada sector contendrá siete casilleros, en los que se ubicarán fichas con los nombres de cinco supuestos primeros precandidatos a diputados y dos a senadores en la Ciudad, y siete diputados en la provincia, pues no eligen senadores. El juego finalizará quince días antes del cierre de listas, cotejándolas con las finalmente oficializadas, y otorgar a cada jugador un punto por acierto, marcando el puntaje final la calidad analítica del ciudadano.  

Al no ser un juego de adivinación, deberán observarse críticamente los discursos, conflictos y reacomodamientos políticos en busca de alternativas asociativas, para recién comenzar a mover las fichas en los primeros meses del próximo año. En cuanto a las reglas, que existen en todo juego, en este caso adquieren el rasgo de sugerencias. Como un nombre puede pasar de una coalición a otra fácilmente, no es aconsejable atarse a simbologías tales como PJ, UCR, Libertad, Renovador, Federal, o similar. Tampoco subyugarse con amontonamientos basados en el simplismo de “estar a favor o en contra de”, pues es una estrategia de quienes pretenden disimular su objetivo de que nada cambie. Por el contrario, abundarán los que en química se denominan radicales libres, que son átomos que disponen de uno o varios electrones de existencia independiente y corta vida altamente inestables, que se asocian fácilmente a otras moléculas provocando reacciones con distintos resultados y consecuencias. Serían como futbolistas que quedaron o quedarán libres en 2025, y buscan incorporarse a otros equipos.

Las internas radicales en provincia de Buenos Aires y del peronismo a nivel nacional para definir autoridades partidarias operativamente irrelevantes, dados los cruces de denuncias de fraudes e irregularidades administrativas, hace suponer que se valoran solo para ejercer autoridad en el armado de las listas sábanas. Los nombres elegidos para identificar agrupaciones internas ratifica el apego de las dirigencias a las grandilocuencias semánticas: “Primero la Patria” la lista de Cristina Kirchner para la presidencia del PJ, y “Democracia para Siempre” el bloque legislativo separatista radical del tándem Lousteau-Manes. Esta coctelera incluye a la Libertad Avanza, con muchos de sus legisladores/as dedicados a actuaciones faranduleras en lugar de promover  leyes virtuosas. Para los juicios de valor sobre cada precandidato, se tendrá presente que la renovación legislativa se producirá recién en diciembre 2025, por lo que lo relevante será detenerse en cómo los 329 legisladores en ejercicio votan leyes socialmente transformadoras, o las obturan en defensa de privilegios injustos y ruinosos, y no por lo que declaran.

En rol de analistas, es oportuno que cada ciudadano regularmente genere un espacio de reflexión, que bien describía el escritor Ray Bradbury: “Apaguen todo. Patrullen la casa para desconectar los enchufes de la televisión, la radio, el fax, la computadora que transmite el correo electrónico e Internet. Vayan a sentarse al porche con un vaso de vodka con limón, una libreta y un lápiz, y piensen de verdad”

Buenos Aires, 30 de octubre 2024

Discurso e imagen en política

Rata, corrupto, traidor, Judas, maricón, mentiroso, ensobrado, idiota, sinvergüenza, vende patria, chorro, inútil, son entre otros, términos habituales en los debates legislativos, políticos, e incluso periodísticos, que suelen acompañarse con excelentes actuaciones gestuales que simulan indignación y enojo ante la degradación social, que desde sus posiciones privilegiadas, los simuladores supieron generar. En estos espectáculos brindados por dirigencias desacreditadas y bajo tensiones electorales, no se pueden ocultar sus decadencias y falacias, pese al uso de reglas básicas de la propaganda política moderna desarrollada en las primeras décadas del siglo XX, como la de Simplificación (ejemplo, “la Patria no se vende”), Enemigo Único (Macri, Cristina o Milei), Exageración (destrucción del país), Orquestación (frases fácilmente recordables a ser repetidas por distintos medios y personajes), y Unanimidad (presión del grupo por sobre la opinión individual). Tal fracaso se debe a que se incumple con el principio de que toda propaganda política exitosa debe diseñarse en base a una coherencia entre antecedentes, discursos, imágenes y simbologías empleadas. En lo discursivo, el fracaso se refleja en la imposibilidad de llevar a cabo el consejo de Maquiavelo respecto al modo en que los príncipes deben cumplir sus promesas: “Todos sabemos cuán digno de alabanza es que el príncipe mantenga la fe dada y viva con integridad y sin astucia. Si bien no es preciso que un príncipe posea todas las virtudes citadas, .es indispensable que aparente poseerlas”. Simulación de imposible cumplimiento por quienes durante décadas llevaron al país a su decadencia.

Las incongruencias se evidenciaron en la conmemoración del 17 de octubre de 1945, conocido como “Día de la Lealtad peronista”. Los recurrentes oportunismos ideológicos y partidarios hace más verosímil asimilar el término Lealtad al de Hipocresía, vicio aplicable al espectro político en general. En Berisso se realizó el acto central encabezado por el gobernador Kicillof, con tradicionales dirigentes canosos y enriquecidos en el palco. Su discurso se centró en la actualidad nacional y partidaria, recordando a Perón solo en el cierre, cuando Kicillof, que nunca fue peronista, lo vivó con entusiasmo. El gobierno por su parte, presentó un video que no recordaba a Perón sino a la gestión de Menem, en tanto la vicepresidenta Villarruel, en entrevista personal y busto en el Senado, reivindicó a María Estela Martínez de Perón como primera mujer presidente constitucional de nuestra república. En el mismo día, ratificando la simbiosis existente entre fútbol y política, por aclamación para no repetir el papelón de la última votación secreta que con 75 presentes terminó empatada en 38, en el predio de la AFA fue reelegido como presidente del organismo Claudio Tapia, alias “Chiqui” o “Comandante”, cuando aún le quedaba un año de mandato, y cual Maduro adelantando la Navidad en Venezuela, se anularon los descensos de esta temporada en pleno campeonato, y se amplió a cinco mandatos sucesivos la posibilidad para ocupar cargos electivos.

Recordar los principios de la propaganda política no es incongruente con señalar la dificultad de nuestros políticos para emplearlos con eficacia, pues permite tener presente un principio universal en pleno uso, que indica que toda propaganda política masiva debe establecer su nivel intelectual según la capacidad de comprensión del más limitado de aquéllos a quienes se dirige; vale decir, tanto más bajo cuanto más grande sea la masa de personas a convencer, lo que explica la pobreza de los discursos en general, y en actos públicos en particular. Pero este principio de simpleza comunicacional puede cobrar valor si  en lugar de usarlo solo para convencer, se lo empleara para educar, recordando que para aprender a leer y escribir, la coherencia entre palabra, imagen y realidad era ineludible. Perro, por ejemplo, debía coincidir con la imagen de un perro. Por el contrario, el eslogan “la Patria sos vos” propagado por políticos enriquecidos y empobrecedores, solo genera hartazgo social.

Buenos Aires, 23 de octubre 2024

Savonarola y el cerebro de Manes

Para analizar los acontecimientos hasta las próximas elecciones, la atención deberá centrarse en tan solo 355 políticos: el presidente, su vice, 23 gobernadores, jefe de la Ciudad y 329 legisladores, responsables de definir políticas relacionadas con el buen o mal uso de los recursos públicos. Asimismo no cabe distraerse con grietas existentes o nuevas, cuando la preocupación política predominante es como sobrevivir en la elección del 2025. Por ello lo más importante para los ciudadanos será observar si quienes tienen la responsabilidad institucional, ejecutan y legislan para promover cambios estructurales socialmente virtuosos, o para mantener inequidades y privilegios.  En este tránsito se deberá afrontar una práctica habitual en lo discursivo y propagandístico, en la que los reales objetivos políticos sectoriales y personales suelen enmascararse tras simbologías virtuosas, como Patria, Pueblo, Educación pública y similares, omitiendo, parcializando o distorsionando datos oficiales claros e inequívocos.

Considerando que todo análisis relacionado con el poder inevitablemente incluye preconceptos, sea en apoyos oportunistas para quien lo ejerce o críticas desaforadas de quienes intentan retomarlo o alcanzarlo, valecomentar los perfiles oportunamente analizados pero con mayor vigencia hoy, de dos actores que en roles de oficialista y opositor, comparten una buena formación intelectual, similares edades e involucramiento en actividades político-partidarias recientes: Javier Milei y Facundo Manes.  

A Milei metafóricamente se lo puede comparar con el fanático e histriónico monje Savonarola, surgido en 1493 en la Florencia de una Italia dividida en ciudades-estado que incluía a la Iglesia con sede en Roma, conducidas por príncipes hereditarios nepotistas en permanentes enfrentamientos militares, en los que se solía apelar a tropas mercenarias. En dicha ciudad gobernaba desde hacía décadas la familia de banqueros Médicis cual círculo rojo actual, que en condición de mecenas produjeron un reverdecer artístico inédito, que en nuestro caso no pasó del lenguaje inclusivo. En este contexto, con gran impacto inicial e invocando las fuerzas del cielo, irrumpió en solitario el dominico Savonarola para predicar contra el lujo, depravación y vanidades de las élites gobernantes, cual Milei contra las castas criollas. Ante las crisis económicas su discurso fue perdiendo fuerza, lo que fue aprovechado por la Iglesia para excomulgarlo y condenarlo a la hoguera en 1498, hecho que, esperemos, los golpistas no repliquen con Milei hasta el fin de su mandato. En ese mismo año Maquiavelo asumía sus primeros cargos diplomáticos, con posturas alejadas del idealismo aristotélico basado en el bien común, pues juzgaba los comportamientos humanos en las luchas por el poder, perspectiva más adecuada para juzgar la actuación de nuestros políticos. 

Situado Milei en un símil de Savonarola, cabe analizar como contraparte opositora, a un supuesto adalid de la racionalidad: el neurólogo Facundo Manes, autor del libro “Usar el cerebro”. La primera curiosidad es que ingresó a la política con el “hibris” (soberbia) incorporado. En un reportaje del 01 de agosto de 2021 en Clarín, expresó: “Como médico me formé para curar, y vengo a sanar la política”. De inmediato expresó su intención de postularse como candidato a presidente, y ante la falta de apoyo, a gobernador de la provincia de Buenos Aires, para terminar como diputado. En condición de tal no se le conocen proyectos concretos de su autoría, o transformaciones que esté dispuesto a avalar. Por ejemplo, en el debate por la Ley Bases en febrero pasado votó por su rechazo total. Sus manifestaciones públicas son del tipo motivador, usuales en presentaciones académicas y empresariales. Recientemente, quedó involucrado en el intento de fraude en la elección interna de la UCR en provincia de Buenos Aires, asociado a Lousteau y Jacobitti.

Como se observará, el gran desafío para detectar incongruencias y falacias exigirá presuponer que encierran los principales cerebros políticos. Facilita la tarea que sus mensajes, cual eslogans propagandísticos y menospreciando a la ciudadanía, son de una simpleza alarmante. Por ello un aporte formativo lo brindan las cartas de lectores en distintos medios, enviadas por ciudadanos con opiniones fundadas o partícipes en los hechos descriptos. Tal es el caso de la carta de una lectora publicada en La Nación el 10 de octubre pasado, titulada “Auditorías internas”, que indica que hay problemas estructurales no provocados por Savonarola (perdón, por Milei), sino que se mantienen inamovibles por décadas: “Las almas bellas que defienden las auditorías internas de la UBA borran la memoria de Oscar Shuberoff, rector durante 16 años ininterrumpidos, que sobrevivió a 7 presidentes y 13 ministros de Educación. Fue denunciado por enriquecimiento ilícito y ocultamiento de bienes (9 propiedades en Virginia, EE.UU)  y clientelismo, entre otras causas. ¡Ah! Era militante radical”

Buenos Aires, 16 de octubre 2024

Políticos en los botes

Ante la sorpresa generalizada que incluyó a encuestadores y analistas, el resultado de las PASO en agosto 2023 dio lugar a la presencia de tres navíos con tonelajes similares en riesgo de colisión: LLA con 30,15%; JxC con 28,26% y UxP con 27,18 %. El naufragio político se concretó en la elección presidencial de octubre, con el triunfo de la novel LLA guiada por el peculiar capitán Milei, dejando a tradicionales políticos responsables de la decadencia nacional cual náufragos agolpados en botes salvavidas, a la espera de ser rescatados por coaliciones cuyos diseños 2025 son aún desconocidos. Desesperados, muchos náufragos lanzan bengalas en busca de ser visibilizados, como sucediera en la manifestación en reclamo del presupuesto universitario, con Cristina Kirchner desde un balcón, Massa tras un cartel con su nombre, Pablo Moyano defendiendo la educación con un entusiasmo similar al de Jacobitti, y Larreta reapareciendo entre el oleaje humano, lo que confirma que ningún político renunciará a participar en el proceso electoral del próximo año. Los ciudadanos comunes, en tanto, intentarán continuar sobreviviendo en balsas precarias.

Esta trilogía electoral se mantendrá en el 2025, seguramente con coaliciones con nuevos nombres de fantasía, y los habituales traspasos y realineamientos de conocidos políticos. Los análisis deberán tener presente que los enfrentamientos personales, así sean reales, no priman sobre los intereses y acuerdos sectoriales, tal cual se verifica en los históricos pactos entre reinos en conflicto; entre mafiosos ante el riesgo de afectar sus negocios, y políticos otrora rivales en pos de negociar poder. En todos los casos, las expectativas se remiten a la durabilidad de dichos acuerdos, por lo que lo relevante es detectar contextos, entornos e intereses en juego.

En la última reflexión se analizaron los modelos de conducción de LLA y UxP, centrados en Milei y Cristina Kirchner, quedando pendiente reflexionar sobre la coalición JxC, que pasó de ser natural triunfadora para conducir al país bajo la invocación del cambio a principios de 2023, a quedar fuera del balotaje, y es la más apropiada para suponer posibles rearmados electorales por estar integrada por políticos de fidelidades fluctuantes. A falta de liderazgos definidos, se consideró oportuno comenzar por un interrogante que explicaría sus inconsistencias presentes: ¿quiénes avalaron a Martín Lousteau como presidente de la UCR? Para elaborar una hipótesis se recuerda que alcanzó la presidencia partidaria avalado por el ex presidente de la UCR Morales, caracterizado por su nepotismo extremo y relación con Massa; Jacobitti, político vicerrector de la Universidad Nacional asociado a Lousteau en una consultora privada, y los empresarios Enrique Nosiglia, con presencia política desde 1983, y Daniel Angelici relacionado con el negocio del juego, cuyos intereses consolidados desde hace décadas en las esferas porteñas, hacen presumir que sus objetivos son los de conservar, en lugar de transformar y desactivar privilegios. No en vano tras declarar en conferencia de prensa la neutralidad de la UCR en el balotaje, y criticar a Macri y Bullrich por el apoyo a Milei, Morales coincidió con los gobernadores peronistas respecto a que si ganaba Milei no se pagarían sueldos, y más sinuoso, Lousteau dijo que no votaría a Milei. Sobre esta base, se puede conjeturar realineamientos para el 2025, con Lousteau asociado a parte del kirchnerismo porteño, y a Morales, Larreta y Schiaretti repitiendo el desgastado recurso de anunciar la creación de un “nuevo partido de centro progresista y federal”, y paralelamente negociar posiciones en las listas de las coaliciones predominantes. En el proceso de captación de figuras, en UxP existe una ficha que en los juegos de mesa se conoce como comodín, llamado Sergio Massa, quien en principio priorizará su permanencia en la coalición.  Si bien, con excepción de Lousteau cuyo mandato vence en diciembre del 2025, los nombrados carecen de cargos legislativos, no están exentos de responsabilidades para definir en lo inmediato sus objetivos de conservar o transformar, pues tienen legisladores en funciones que ingresaron en las listas bajo sus padrinazgos, identificados en las crónicas políticas como “responden a”. Es el caso de la senadora Tagliaferri, a quien se le vence el mandato, y el diputado Alvaro González, quienes responden a Larreta.

A futuro lo relevante a considerar no será como se habla y se promete, sino como voten las diversas expresiones políticas, sean oficialistas u opositoras.

Buenos Aires, 09 de octubre 2024

Detectar falacias políticas

Presuponer posibles armados de precandidatos a integrar las listas legislativas sábana 2025, implica observar el desenvolvimiento de quienes intentan integrarlas, sus entornos, y falacias en sus discursos políticos, como se caracterizan a las frases y argumentaciones falsas o erróneas pero psicológicamente persuasivas, empleadas para confundir o convencer a la ciudadanía. Un proceso electoral presupone una coherencia entre dichos discursos, el candidato que los pronuncia y el partido político al que pretende representar. Coherencia que no existe, por lo que la actividad preelectoral puede describirse con la metáfora de muchos políticos apelotonados en botes tras un naufragio, a la espera de ser rescatados por naves (léase coaliciones), de las que se desconocen detalles pues en cada turno electoral modifican sus aspectos (léase nuevo nombre de las coaliciones). Ante esta liquidez ideológico-partidaria y poder lograr cierta claridad argumentativa, los análisis se centrarán en nombres propios de precandidatos (el contenido y no el contenedor), y el tenor de sus acciones y discursos políticos, sean individuales o grupales. Dada esta estrategia analítica, y dado que nuestros políticos no han sido aún reemplazados por la inteligencia artificial, es necesario definir un perfil humano de referencia, apelando al que con humor y precisión describiera el fallecido politólogo José Nun en un artículo periodístico, cuando expresó: “En las zonas cálidas abundan los peces voladores, que para huir de sus atacantes marinos saltan casi un metro fuera del agua y planean unos 200 metros antes de volver a sumergirse. Tienen un aire de familia con el planteo de muchos de nuestros políticos. Estos lanzan ideas voladoras, que tampoco llegan demasiado lejos, pero les sirven para salir a la superficie, esquivar a sus críticos y entretener a sus seguidores”.

Esta caracterización obliga a explicitar dos preconceptos de base para analizar la actividad preelectoral iniciada bajo diversos formatos comunicacionales: 1) ante las anomias ideológicas y políticos fluctuantes, las denominaciones partidarias se utilizarán de modo referencial; los análisis se basarán en los nombres propios de candidatos con sus entornos, y se evaluarán sus mensajes en función de antecedentes que los avalen, pues lo que no se haya hecho en el pasado o se haga hasta las elecciones, no será creíble como promesas de campaña. 2) en cuanto al recurso de “entretener a sus seguidores” que señala Nun, no se considerarán relevantes los cruces agraviantes entre políticos, tales como traidor, coimero, sinvergüenza y otros similares, pues es una de las formas de disimular mediocridades y malas praxis, como también para presionar en el armado de listas, sin importar que se ponga en riesgo la implementación de políticas transformadoras e imprescindibles para una sociedad sumergida en la pobreza y decadencia. En los acuerdos preelectorales no se discutirán agravios sino intereses individuales y corporativos. Basta recordar la trilogía Fernández, Cristina Kirchner y Massa, condición que alcanza a sectores del oficialismo y de la oposición.

Para iniciar el movimiento de fichas políticas en el tablero de armado de listas sábana, cabe recordar que pese al holgado triunfo electoral de Milei adjudicado al hartazgo social, todas las “castas” políticas y corporativas se encuentran activas pero con limitados manejos de los recursos públicos, lo que plantea un desafío inédito desde 1983, que muchos dirigentes parecieran no entender: las opciones no están hoy entre múltiples caracterizaciones ideológicas que ni sus propios promotores entienden, sino en decidir si se conservan privilegios y malas praxis, o se implementan cambios estructurales virtuosos.

Vale ingresar al campo de lo concreto mencionando las conducciones del PJ y UCR, los dos partidos otrora predominantes como referencia nacional. En el caso del PJ, si se preguntara a cualquier ciudadano como llegaron Alberto Fernández a conducir el PJ nacional y Máximo Kirchner el de la provincia de Buenos Aires, todos inequívocamente responderían que por decisión de Cristina Kirchner, prácticamente sin objeciones internas. Vistas las mediocridades políticas y conductivas de ambos y suponer si las designaciones fueron producto de la necedad o de una estrategia, la personalidad de la ex presidenta indicaría que buscaba un control de poder interno total  trasladable al ámbito nacional, bajo un esquema conservador reacio a todo cambio, lo que se ratificaría con la postura actual de los legisladores de Unión por la Patria. En el caso de la UCR y considerando la ausencia de conducciones excluyentes, si se preguntara como llegó Martín Lousteau a la conducción de la UCR,  la hipótesis parecería no ser tan lineal como en el caso del PJ. Comenzando a mover fichas políticas radicales porteñas, se puede llegar a similitudes sorprendentes con el kirchnerismo en cuanto a objetivos. Vale tomarse una semana de reflexión.

Buenos Aires, 02 de octubre 2024

Arme sus listas sábana 2025

Analizar el devenir político hasta las elecciones legislativas del 2025 de modo comprensible por todo el espectro socio-cultural, exige apelar a argumentaciones simples y coherentes, como cuando para aprender a leer y escribir palabra e imagen coincidían. Para ello se apelará a lo lúdico, simulando un juego de mesa conformado por un tablero de 48 casilleros, sectorizados en ocho casilleros por cada uno de los seis espacios políticos participantes identificados con distinto color, destinando seis a los primeros potenciales candidatos a diputados, y dos a los senadores titulares. El juego se completará con fichas que contendrán nombres de supuestos precandidatos a incluirse en las listas sábanas que se pueden mover por todo el tablero, pues como sucede en la realidad, muchos de los políticos pertenecientes a una agrupación actualmente, puede aparecer en otra lista en el 2025. Los casilleros deberán completarse con 45 días de anticipación al cierre de listas para comparar con las listas oficializadas, y adjudicar un punto por cada acierto, cualquiera fuera la ubicación del precandidato en la lista. Como lo propuesto no es un juego de adivinación sino de reflexión, de ahora en más se deben interrelacionar los hechos políticos que se vayan sucediendo, y evaluar las decisiones y opiniones de legisladores, gobernadores y poder ejecutivo, para lograr un armado final exitoso. Esta tarea ya la están realizando los políticos y sus entornos, buscando posibles acuerdos electorales en los que puedan insertarse. Como el ejercicio es individual, cabe recordar que las presentes y futuras reflexiones volcadas a las newsletters serán referenciales y subjetivas, pues cada ciudadano evaluará los contextos políticos y pondrá en las fichas los posibles precandidatos según su criterio.

Los datos preexistentes e inamovibles indican que se renovarán 127 diputados nacionales, elegidos por sistema proporcional y teniendo presente la paridad de género, y 24 senadores elegidos en forma directa por distrito, dos por la mayoría y uno por la primera minoría. Para el presente juego se considerarán solo los distritos CABA (se eligen 12 0 13 diputados), y provincia de Buenos Aires (se eligen 35 diputados), debido a sus incidencias numéricas, y ser habitual que un político represente indistintamente a uno u otro distrito. Los últimos gobernadores provinciales, por ejemplo, son porteños.  Seguidamente se indican las seis agrupaciones políticas participantes, identificando sus siglas, número de diputados a quienes se les vence el mandato sumados ambos distritos, y entre paréntesis los apellidos más reconocidos:

1.- Unión por la Patria (UxP); 18 diputados(Arroyo, Gollán, Heller, Moreau Leopoldo, Palazzo y Santoro). 2.- Propuesta Republicana (PRO); 10 diputados (Finocchiaro, Iglesias, Laspina, Santilli y Vidal). 3.- Unión Cívica Radical (UCR); 5 diputados(Lombardi, Manes y Tetaz). 4.- La Libertad Avanza (LLA); 4 diputados (Espert). 5.- Coalición Cívica (CC); 4 diputados (López Juan Manuel, Oliveto); 6.- Encuentro Federal (EF); 4 diputados (López Murphy, Monzó, Randazzo y Stolbizer). Esta última escudería se agrega como demostrativa de un artilugio creciente; mientras los ciudadanos deben votar listas sábanas completas, muchos legisladores una vez elegidos abandonan a quienes representan, y forman bloques legislativos que nadie votó. Respecto a los senadores, solo renuevan los tres que representan a CABA: Lousteau y Tagliaferri (JxC) y Recalde (UP). La provincia no tiene renovación de senadores. Como ser legislador es una actividad en la que ser repitente no es vergonzante, para el ejercicio analítico se deberá tener en cuenta a quienes desean retornar, entre ellos Carrió, Larreta y Massa. Cristina Kirchner y Macri quizás no lo desean, pero deben ser tenidos en cuenta.

Las futuras alianzas y/o cambio de nombres de coaliciones no influirá en el resultado final, porque lo importante es evaluar cómo se asociarán conocidos políticos, y cómo actúen los legisladores en ejercicio y los que pretendan serlo, y no lo que prometan en campaña. Dado que el objetivo es fomentar la capacidad de análisis político individual por parte de todos los niveles socio-culturales, se evitarán las elucubraciones sofisticadas o giros semánticos confusos. En cuanto a los principales actores políticos, si bien en sus diversos roles institucionales están vigentes al menos desde la crisis 2001-2002, las urgencias económico-sociales aconseja no juzgarlos por sus pasados, sino por como actúen en el presente hasta las elecciones del 2025, pues tienen poder de decisión.

Una útil referencia didáctica la brinda la organización del fútbol profesional, con dirigencias asociadas a la política, malas praxis de gestión, corrupciones y protección de barras bravas. Finalmente, se aconseja no impresionarse por posiciones irreductibles o dialécticas floridas, pues cuando se trata de intereses personales o sectoriales los acuerdos sorprendentes son posibles. Vale una apostilla: “A los idiotas les digo, la época de los vivos se terminó” (frase pronunciada por el ex presidente Alberto Fernández por televisión en julio de 2020, durante la pandemia).   

Buenos Aires, 25 de septiembre 2024