
Entre mafias y psicosis
Al presente gobierno cabe reconocerle el mérito de haber explicitado las causas de la decadencia argentina desde hace décadas, que alcanzan a las oposiciones hasta que estas no demuestren lo contrario. Esta acción didáctica se inicia en junio del 2019, cuando Cristina Kirchner designó mediante un tuit a Alberto Fernández como candidato a presidente y a ella como vicepresidenta, sumándose días más tarde Sergio Massa, configurando un remedo de los Triunviratos criollos de principios del siglo XIX. Pero nadie imaginó lo que vendría. Cabe destacar dos hitos: el reconocimiento oficial de la existencia de mafias estatales, y haber puesto en escena las reacciones esquizofrénicas de quienes pretenden usufructuar poder pese a sus incapacidades para conducir el país, defecto que se suele disimular invocando a líderes (Irigoyen, Perón), símbolos (Patria), o ideologías (izquierdas y derechas).
Respecto a las mafias, aparte de la Comisión en la que dieciséis legisladores intentan, cual duros interrogadores fascistas, juzgar, apretar y desprestigiar a miembros de la Corte, jueces y fiscales que osan investigar, juzgar y sancionar actos de corrupción estatal-privada, las gestiones en el campo económico recuerdan a la icónica escena inicial de la película “El Padrino”, en la que un inmigrante besándole la mano, le pide a Don Corleone lo que no consiguió a través de la justicia: que castigue a quienes desfiguraron a su hija intentando violarla. El padrino accede, recordándole que le deberá un favor a ser retribuido cuando se lo pida. En la versión criolla, y en el contexto de un sistema económico anárquico y cambiante, un padrino apodado “ventajita” negocia con empresarios la entrega de dólares a valores mayores al oficial para exportar, y con financistas e inversores acuerda tasas de interés privilegiadas para que continúen comprando bonos y títulos públicos. El rol de Clemenza, guardaespaldas del padrino en la película, lo desempeña un funcionario con poder para decidir a quién le libera dólares para importar a valor oficial, designando “ad honorem” para colaborar en la tarea a su mujer. Como el término “ad honorem” genera desconfianza en los ámbitos sombríos de los negociados, el funcionario aclara por tuit que se diseñó un sistema de acceso público que supuestamente, transparenta las gestiones del marido y su mujer.
En cuanto al trastorno de perder contacto con la realidad conocido como psicosis, afectó simultáneamente a altos funcionarios en uno de sus síntomas: presentar una conducta confusa y desorganizada. Los casos a mencionar a modo de ejemplo son de veracidad indubitable, pues provienen de los propios afectados, al ser obtenidos de sus reportajes o manifestaciones en redes sociales. El contagio se manifestó a comienzos de abril (dólar a $ 392), y tuvo un pico psicótico-emocional el 25 de abril cuando el dólar blue, (es el malo), alcanzó los $ 495. El 17 de abril fue clave: mientras el ministro de Economía presentaba el mundial de fútbol Sub 20, la portavoz presidencial Cerruti explicaba en un video las causas de la inflación, y el presidente Fernández en un reportaje grabado en una vivienda particular dijo que le gustaría que Robert de Niro lo interpretara en la historia de su vida. El 18 de abril renunció el empresario y asesor presidencial Aracre, acusado de conspirar contra Massa, tras lo cual la esposa del ministro retuiteó que “es mi marido o el final”. Al día siguiente, posiblemente medicados, se distribuyó una foto con Fernández y Massa sonrientes en el jardín de Olivos. El diputado Yaski, también afectado, públicamente le aconsejaba al presidente lo que debía hacer en el congreso del Partido Justicialista el día del 21 de abril. El ministro del Interior Wado de Pedro, pese a ser el único ministro que permanece en el cargo de los originalmente designados, expresó que aún hay funcionarios que no funcionan, y confesó que recién ahora se leyó la letra chica del acuerdo con el FMI. El 20 de abril en un acto en Ensenada, Fernández reclamó luchar para que “la maldita derecha” no llegue al poder, mientras el representante de esa maldición ideológica en el gobierno, Sergio Massa, continuaba gestionando ante el FMI un adelanto de miles de millones de dólares. En simultáneo, el 27 de abril la conductora política del Frente, Cristina Kirchner, daba en La Plata una “charla magistral” titulada “»El FMI y su histórica receta de inflación y recesión». Días más tarde en otro acto en la misma ciudad y a 40 meses de gobierno, el diputado Máximo Kirchner pidió acordar un plan de gobierno con 10 o 15 puntos básicos. Y ante el desmadre de inflación y dólar, el piquetero/funcionario Pérsico declaró que hubo un pedido de Massa a la CGT y movimientos sociales para apretar a empresarios a fin de que bajen los precios. Hasta el momento, los brotes psicóticos masivos no han podido ser neutralizados.
La oposición, por no tener las urgencias de gobernar, sus psicosis son más controladas y menos dañinas. Los más afectados son Larreta, Bullrich, Carrió, Morales, Picheto y Manes, que presentan la peligrosa patología de querer ser presidente. En cuanto a Milei, es una patología en sí mismo.
Buenos Aires, 10 de mayo 2023
Fútbol, política y corrupción
La convocatoria realizada a través del joven “influencer” Santiago Maratea, destinada a una colecta masiva que permita al club Independiente de Avellaneda cancelar a través de un fideicomiso, así sea parcialmente, una deuda que oscila en 20 millones de dólares, excede a lo meramente deportivo paraconvertirse en una útil plataforma que permita a todos los ciudadanos entender de modo básico pero suficiente, los vicios que llevaron a la degradación indetenible de nuestro país, dado que de fútbol todos creemos saber y tener capacidad de debatir. Cabe entonces señalar coincidencias entre política y fútbol, que oportunamente merecerán análisis más profundos.
1.- Discursivamente se presenta a los clubes de fútbol como “un sentimiento” que permanece a lo largo de la vida, muchas veces transmitido de generación en generación, y patrimonialmente se proclama que “el club es de todos”. Mensaje que en política se replica cuando se expresa que al país “lo sacamos entre todos”, o bien “todos tenemos responsabilidad”, pero lo usufructúan pocos.
2.- En las pujas electorales para conducir clubes, en especial a los que ofrecen prestigio y contactos de poder, las comisiones directivas se arman con acuerdos entre políticos, sindicalistas, empresarios y personajes del espectáculo, de variados orígenes partidarios. Situación que se repite en las negociaciones electorales para conformar listas partidarias, que integran muchos personajes con ideologías líquidas y fluctuantes, pero intereses personales definidos.
3.- Alcanzada la conducción de un club, independientemente de su gestión los dirigentes pretenden la reelección. La lista de Hugo Moyano como presidente y Noray Nakis como vice, quien terminara preso meses más tarde por sus negocios con la barra brava, triunfó en julio del 2014 tras el descenso del club en el 2013, y la renuncia del entonces presidente Javier Cantero, amenazado por barras. Moyano fue reelegido en 2018 con el 89% de los votos (el número no es un error tipográfico), con su hijo Pablo de vice y Maldonado como secretario, cual gremio de Camioneros. Pese a la gestión económica y deportiva desastrosa, Moyano pretendió reelegir en diciembre del 2021, y para lograrlo apeló a un recurso político de manual: impugnó a la lista opositora encabezada por el periodista y conductor Fabián Doman, conformada con las presencias políticas de rigor, que se suponía vencedora. Mientras la justicia provincial actuó con sus habitualestemores, dilaciones y complicidades, los Moyano con mandato prorrogado continuaban tomando decisiones ruinosas para el club. Desechada la impugnación recién se realizó la elección en octubre, triunfando la Comisión encabezada por Doman, quien seis meses más tarde, asustado por los resultados deportivos y según él amenazado por barras, renunció. En su comunicado apeló a una frase que se ha hecho tradicional en cambios de gobierno de distinto signo político: “la magnitud de la crisis era más grande de lo previsto”. (en diciembre podría reutilizarse solo por un par de meses “tierra arrasada”). Lo descripto, en cuanto a actores, acuerdos, reelecciones, impugnaciones y discurso, muestra similitudes innegables con el accionar político.
4.- En este contexto Santiago Maratea, alejado de estructuras burocráticas ineficaces o preparadas para delinquir, se pone al frente para promover una colecta vía virtual para levantar embargos, con un resultado que en este caso presenta una diferencia aleccionadora con la política que marca la distancia entre dirigencias y sociedad, y desactiva el recurso manipulador de la “grieta”, al lograr lo que no conseguiría ningún político: la adhesión multitudinaria de neoliberales, populistas, derechas, izquierdas, entre otras etiquetas, usualmente aunados anónimamente en una tribuna, con solo exhibir credibilidad, condición escasa en los gobernantes y sindicalistas
5.- Pero como los escepticismos cunden en la sociedad, y pese a que Maratea se asumió como único responsable, explicitó su honorario y que el equipo profesional que actuará en la operatoria es rentado, bien o mal intencionadas se formulan dudas respecto a si puede haber estafas o lavados de dinero. Puede haberlas, pero asociemos la respuesta a las “entidades sin fines de lucro”: ¿el Estado no controla? ¿nadie se hace cargo de manifiestos negociados y despojos? A futuro inmediato es urgente profundizar el rol de las asociaciones civiles sin fines de lucro (clubes de fútbol), y cooperativas en general, que actúan como pantallas ideales para ocultar negociados entre políticos, sindicalistas y privados, situación que se reflejó en la denuncia penal contra la anterior Comisión Directiva, que detalla montos escandalosos percibidos por intermediarios y abogados, compra de jugadores con cotizaciones absurdas, salarios impagables que derivan en juicios ruinosos, y cuanto menos, malas praxis de los directivos. Como los delincuentes se adaptan a cualquier escenario, la solución no es convertir a los clubes en sociedades anónimas, sino legislar y actuar para que lo que es “de todos” sea realmente protegido por “el Estado que nos cuida”.
Buenos Aires, 03 de mayo 2023
Calles ensangrentadas
La perdurabilidad política del ministro Aníbal Fernández a partir de 1983, y su condición de peronista genuino, algo no habitual entre quienes dicen serlo en el actual equipo de gobierno, aconseja que su expresión de que habrá “sangre en las calles si triunfara la oposición en la elección nacional”, deba considerarse seriamente, y formular consecuentemente una hipótesis de conflicto.
En democracia “sangre en las calles” remite a sucesos tumultuosos con decenas de muertos civiles, como sucediera en la masacre de Ezeiza en junio de 1973, y la represión en Plaza de Mayo y aledaños en diciembre del 2001. Contra lo que se supone, lo económico actúa como “caldo de cultivo”, pero el detonante lo producen facciones de choque asociadas a intereses políticos. Ello explica que el actual gobierno a lo largo de sus 40 meses de gestión, pese a tener una crisis económico-social terminal con índices de inflación y pobreza que remiten a la crisis 2001/2002, con continuas manifestaciones multitudinarias de protesta con foco en la ciudad de Buenos Aires y réplicas en distintas provincias, no sufriera desmanes organizados violentos, y menos aún, tuviera “sangre en las calles”. La reforma jubilatoria que realizara apenas asumido en diciembre de 2019 por la que sacó a la inflación como índice de actualización, no provocó el alúd de piedras frente al Congreso como sucediera con la reforma en diciembre de 2017. Tampoco la CGT llamó a paros generales pese a la pérdida del valor de los salarios carcomidos por la inflación, situación que se intenta paliar con bonos extraordinarios gestionados por gremios poderosos. Asumido que los desmanes violentos no los producen ciudadanos que aún en sus penurias son esencialmente pacíficos, sino por fuerzas de choque que cuentan con logística política, cabe suponer que Fernández elípticamente se refirió a la sangre de muertes provocadas para quebrar un orden institucional democrático, en pos de intereses corporativos, habitualmente corruptos.
Establecido el contexto en el que es posible generar “sangre es las calles”, cabe comentar la mano de obra necesaria para desatar las acciones directas. Las experiencias indican el aporte de municipios que con altos índices de pobreza, son manejados por los llamados barones del conurbano, que basan su perdurabilidad en complicidades entre funcionarios, fuerzas policiales, barras bravas e inclusive narcotraficantes, con patotas aptas para “todo servicio”. En el campo gremial, la acción directa la realizarán grupos asalariadas (no trabajadores), útiles tanto para coaccionar a empresas como para dirimir violentas pujas internas, como sucediera en los gremios de camioneros, construcción y portuarios. La CGT abandonaría su rol benevolente con el actual gobierno, para llamar a paros generales que generen climas desestabilizadores; En el campo público actuarán sindicalistas que mezclan lo laboral con sus roles políticos, en especial ATE, encargados de generar disturbios en diversas sedes administrativas. En lo institucional, la caja de resonancia estará en el Congreso. La extrema izquierda por su parte, en forma autónoma, actuará en su campo de acción preferido: la calle. Si esta hipótesis se considera válida y posible, la declaración del ministro Fernández debería despertar inquietudes en la elaboración programática de la presente campaña electoral, en base a tres consideraciones:
1.- Cualquier programa de gobierno, en el tema de la seguridad interna deberá prever como afrontar acciones planificadas violentas y desestabilizadoras, usualmente disfrazadas de populares, y sus estrategias discursivas de apoyo.
2.- Como si los sectores sociales más desfavorecidos no sufrieran desde hace años y con una capacidad de aguante sorprendente, una pregunta ingenua en entrevistas periodísticas a políticos, es si con sus propuestas electorales “la gente” sufrirá. La pregunta debería ser si “sufrirán” los políticos y empresarios prebendarios del Estado, los que lucran con empresas y estructuras públicas con pérdidas millonarias, y corruptos enriquecidos buscando impunidad.
3.- Ante los habituales llamados a concertaciones políticas que los beneficiarios de recursos públicos suelen hacer en momentos de crisis extremas, que sus propias continuidades indican que siempre existieron en base a intereses personales y que algunos cínicos llaman “patrióticas”, cabría preguntarse si los acuerdos reclamados en esta etapa electoral, sea para triunfar o subsistir, incluirán a corruptos, acomodaticios o incapaces para desempeñar sus cargos.
Buenos Aires, 26 de abril 2023
Democracia o mafia
La verborragia individual usada como método comunicacional, que en la última reflexión se la ejemplificó con la desplegada por el ministro Berni, se complementa con el eslogan, que es un texto breve, simple y tajante adaptado al menos inteligente de los individuos. Tanto la estrategia verbal (dinámica) como la escrita y/o gráfica (estática), buscan influir en la opinión pública desde lo emocional, sin mayores análisis. Consecuentemente, el resultado son debates basados en altisonancias y escándalos que ocupan amplios espacios en los medios de comunicación por atraer audiencia. Estas simplezas propagandísticas bien empleadas, pueden servir para detectar omisiones o falseamientos en el discurso político que en las entrevistas periodísticas no se preguntan o los entrevistados no responden, apelando al recurso igualmente simple de replicar la sana curiosidad infantil en la etapa de aprender: preguntar, previo a someterse a conclusiones meramente emocionales. Método que puede emplear cualquier ciudadano, en especial los menos formados, a quienes se los deja en manos de demagogos que manipulan necesidades, humillan con “planes platita” y caracterizan de electorado cautivo.
Cabe comenzar por el eslogan “democracia o mafia”, de fuerte propagación. Es tan clara la divergencia de la opción, que en una encuesta hasta los mafiosos dirían democracia. Pero el promovido por el gobierno dice “democracia o mafia judicial”, por lo que el mensaje deja de ser rotundo, al confrontar un concepto global (democracia), con uno sectorial (judicial). Dado que el judicial es uno de los tres poderes independientes que se limitan entre sí para conformar una república, las posibles preguntas serían: ¿cómo es posible que haya solo mafia judicial, considerando que los integrantes de la Corte y jueces son elegidos por mayorías especiales legislativas? ¿porqué se ataca y amenaza a quienes juzgan o condenan actos de corrupción estatal, y no a jueces como Daniel Obligado y Adrián Grünberg, que designados para integrar el tribunal oral para actuar en la causa Los Sauces y Hotesur, y con la disidencia de la jueza Adriana Pailloti, dictaron el sobreseimiento de los imputados sin llevar a cabo el juicio? Si el eslogan fuera “Democracia o mafia estatal”, ¿no se daría respuesta a todos los interrogantes planteados?
El siguiente caso, en el habitual contexto preelectoral en el que se manipulan interpretaciones de leyes, calendarios y requisitos para ser candidatos, pues el individuo predomina por sobre el todo, se inserta la decisión del jefe de la ciudad Rodríguez Larreta de realizar en el mismo día elecciones concurrentes entre listas de candidatos para cargos nacionales en una urna, y del gobierno de la ciudad en otra. Ante las reacciones de integrantes de su propio partido, Larreta en todos los medios de comunicación se justificó repitiendo que “cumplió con la ley”, lo que es un mérito; pero las preguntas a responder serían entonces: ¿porqué semanas antes declaraba que oportunamente tomaría una decisión al respecto? ¿Existían opciones dentro de la ley?
Por último, cabe mencionar la declaración del ministro Aníbal Fernández, uno de los lenguaraces criollos más reconocidos, al declarar que “si gana la oposición, las calles van a estar regadas de sangre y de muertos”. Dicha expresión provocó la natural repercusión en el mundo del espectáculo político, que incluyó denuncias penales e indignaciones sobreactuadas. Pero los lenguaraces, como cuando Berni informó sobre 2.500 millones de pesos que el gobernador Kicillof había entregado a las empresas transportistas para invertir en medidas de seguridad en los colectivos, hoy desaparecidos, tienen la virtud no deseada de filtrar en sus torrentes dialécticos información útil. En el caso de Aníbal Fernández la pregunta inicial podría ser: ¿Fernández se refirió a sangre de narcotraficantes y delincuentes en caso de combatirse realmente el delito, o bien de ciudadanos comunes en manifestaciones de protesta?
A la espera de una aclaración, y para curarse en salud vistos los antecedentes históricos al respecto, en la próxima reflexión se planteará una “Hipótesis de conflicto”, basada en que dicha catástrofe intentara generarse, por lo que surgen las siguientes preguntas: ¿cuáles son los antecedentes de sangre en las calles? ¿cuál sería actualmente el contexto necesario? ¿cuáles serían las metodologías y qué personajes las implementarían? Dado que en este caso se incursiona en el campo de la acción y no de la verborragia, no perder tiempo en denuncias estériles, y ponerse a pensar.
Buenos Aires, 19 de abril 2023
Políticos lenguaraces
Las acciones y dichos de dirigencias que permanecen inmutables desde hace décadas, facilitan comprender didácticamente las causas del empobrecimiento mayoritario de los argentinos. Un ejemplo lo brindó el histriónico Sergio Berni, fiel representante del antiguo lenguaraz, que hasta avanzado el siglo XIX tenía el rol de la comunicación entre indios y criollos, siendo caracterizado por el militar y escritor Lucio Mansilla por su memoria para traducir hablando de corrido, una garganta privilegiada, y de ser necesario, ser irrespetuoso, desvergonzado y atrevido.
Bajo la óptica de que los hechos resonantes con repercusión mediática no deben analizarse aisladamente, sino también por lo que aportan para conocer vicios y virtudes del contexto político general, cabe comentar lo que se inicia en una madrugada de La Matanza con el asesinato del colectivero llamado Daniel Barrientos, tras lo cual sus compañeros de trabajo realizaron un paro y corte en la avenida General Paz reclamando seguridad. De improviso y a cientos de metros del punto de conflicto, sobre la avenida desierta aterrizó un helicóptero del que descendió sin custodia el ministro de Seguridad provincial Berni, quien a paso firme y monopolizando imágenes televisivas, se dirigió hacia el núcleo de protesta ubicado en una especie de “checkpoint Charlie” criollo, que divide provincia y ciudad, por lo cual la tensión cinematográfica era insoportable. Se generaron discusiones, la injustificable agresión al ministro, y su rescate por la policía de la ciudad para trasladarlo al hospital policial Churruca, a fin de evaluar su condición física tras los golpes recibidos. Al salir de la revisión médica, Berni expresó ante los periodistas que lo rodeaban que tuvo un fuerte golpe en el cráneo y una desviación del malar, con la expectativa de una eventual cirugía, lo que suponía que debía guardar reposo. Sin embargo, esa misma noche asistió a un reportaje televisivo, y a primera hora del día siguiente a uno radial, ejercitando su rol de lenguaraz ya no entre indios y criollos, sino entre políticos y ciudadanos. A partir de ese momento la víctima dejó de ser Barrientos, sino funcionarios que afirmaron afrontar oscuras operaciones políticas.
En sus reportajes, hablando de corrido y siendo difícil interrumpirlo, distribuyó variadas culpas y sospechas al expresar: la policía de la ciudad (tuvo ocho heridos), me retiró de la escena a la fuerza; si el ministro Burzaco me llama lo puteo; Patricia Bullrich fogoneó el crimen; el modus operandi del asesinato me parece raro; hubo infiltrados del PRO en la protesta; Aníbal Fernández no manda los gendarmes que le pedí, y miente; la General Paz es jurisdicción de la Capital Federal; yo doy la cara; el gobernador Kicillof entregó hace más de dos años 2.500 millones de pesos a las empresas para poner cámaras en los vehículos (los rostros de los presentes secretario de la UTA Fernández y el ministro de Trabajo D`onofrio se mantuvieron inmutables); nos tiraron un muerto.
Cabe reflexionar acerca de las tres últimas expresiones. 1) “Dar la cara” no se agota en una presencia, pues lo relevante es asumir responsabilidades profesionales e informar fidedigna y coherentemente, en lugar de distribuir histéricamente culpas; 2) En su velocidad verbal los lenguaraces suelen tener deslices, como mencionar los 2.500 millones de pesos entregados hace más de dos años por Kicillof a los empresarios de transporte para instalación de cámaras en los vehículos, sin que nadie conozca su destino. Lo que demuestra que inutilidad y corrupción suelen ir asociados, o bien cabe pensar el pago de coimas para simular inutilidad. 3) la frase “tirar un muerto” no solo es típicamente mafiosa, sino exhibe el escaso valor que los juegos políticos le dan a los dramas de los ciudadanos comunes. Tras las declaraciones de Berni, las víctimas pasaron a ser funcionarios inútiles tratando de eludir responsabilidades, y no Barrientos y su familia.
Las malas praxis deberían servir para que en la presente campaña electoral la ciudadanía evalúe si se continuarán incorporando en las listas sábanas a quienes carecen de los conocimientos más elementales para legislar y solo votan por acumulación de manos o negocian beneficios personales, y si se continuarán designando en altos cargos políticos de conducción a quienes carecen de la formación específica para desempeñarlos.
Buenos Aires, 12 de marzo 2023
Aprendizajes para votar
Los ochenta días faltantes para el cierre de listas de precandidatos, momento a partir del cual se supone se deberán explicitar propuestas de gobierno concretas para transitar el período que va hasta las elecciones internas del 13 de agosto (Paso), para definir quiénes encabezarán los distintos espacios políticos en la elección presidencial, son oportunos para que los votantes desarrollen un espíritu crítico en base a conceptos simples pero relevantes y fidedignos que sean entendibles por todos los niveles socio-culturales, y en especial “por los que más sufren”, como denominan a los sectores postergados quienes desde hace décadas usufructúan privilegios estatales.
La inédita confluencia de dos factores facilita este ejercicio: la perdurabilidad de muchos dirigentes políticos, sindicales y empresarios privilegiados, lo que les dificulta diseñar estrategias electorales, propagandas y discursos creíbles y de calidad, sumada al valioso aporte de este gobierno al visibilizar con crudeza todos los vicios y absurdos políticos latentes desde hace décadas, que para evitar preconceptos que invaliden todo análisis, les son aplicables a las oposiciones de turno. Para ordenar las reflexiones vale partir de una grilla de temas, cuyo objetivo inmediato es instalar criterios racionales disruptivos que eludan intereses personales y/o sectoriales predominantes, enmascarados tras polémicas superficiales y ruidosas que se asemejan más al mundo de los escándalos que a las políticas de gobierno.
1.- Partidos, programas e ideologías. Los más de 40 meses del gobierno nacido con la curiosa elección de Alberto Fernández como candidato a presidente mediante un tuit de Cristina Kirchner, quien se reservó el cargo de vicepresidenta, y la incorporación inmediata de Massa, arrojan conclusiones relevantes a futuro. Por sus antecedentes, dialécticas y entornos se suele identificar a Cristina Kirchner de izquierda, a Fernández de centro y a Massa de derecha. Sin embargo, los tres han coincidido en los aspectos más medulares de la gestión: 1) crecimiento desmesurado de las estructuras burocráticas para financiar militancia y apoyos políticos en detrimento de la calidad de gobierno; 2) acuerdo ineficaz con el FMI solo para que nada cambie, y salvaguarde prebendas políticas, empresariales y sindicales; 3) utilización del aparato institucional para mantener impunidades judiciales en casos de corrupción estatal-privada; 4) aplicar medidas que retrotraen a la crisis 2001/2022, canjeando inversiones en dólares de los jubilados en favor de los Bancos, bajo el discurso cínico de que los jubilados ganan. Estos mojones debieran servir para no distraerse con dialécticas que invocan derechas, centros, izquierdas, peronismo, radicalismo, centralismo, federalismo y otras diversidades ideológicas, cuando al fin del camino permanecen los mismos políticos, sindicalistas y empresarios succionadores de recursos públicos. Por ello lo importante será prestar atención a los candidatos, sus antecedentes, y como en el fútbol, ver en cuantos equipos (léase partidos, coaliciones), jugaron.
2.- Analizar los hechos políticos relevantes concatenados con la estructura burocrática-institucional vigente. Ello permitirá comprender que el costo social de una estructura burocrática sobredimensionada e ineficaz no reside inicialmente en el gasto que provoca un exceso de personal, sino por generar una organización jerárquica atomizada, indefinición de responsabilidades (no sabía, yo no fui), baja formación de funcionarios, y facilitación de la corrupción estatal-privada. Casos como la causa judicial de Vialidad; la causa Cuadernos; al juicio político a la Corte Suprema, y la pesificación de las inversiones en dólares de la Anses, no son hechos independientes encapsulados, sino producto de la estructura burocrática- institucional vigente.
3.- Propaganda electoral. Factor Milei. Para los diseñadores de campañas decidir si la imagen y discurso de desprestigiados políticos buscará revalorizarlos o disimular sus falencias, será una tarea ardua. Esta dificultad la confirman Rodríguez Larreta invocando paz y amor; Alberto Fernández gritando “sueñen conmigo”; Schiaretti y Urturbey planteando lo mismo que no llevaron a cabo hace cuatro años, y un reconocido abogado recorriendo una villa en musculosa y ojotas. La irrupción novedosa la protagonizó Javier Milei, que con solo catalogar a los políticos de “casta”, y en momentos de exaltación de “ladrones”, logró lo anhelado por toda propaganda: insertarla con fuerza en la sociedad, al interpretar su hartazgo explícito o subyacente. Y como contrapartida, desnudó la mediocridad de quienes solo se preocupan en establecer a qué coalición le “roba” más votos, o intentar asimilarlo a Hitler, sin reparar que su impacto se centra en el mensaje y no en un programa de gobierno mínimamente esbozado y con complejidades económicas. La forma de competir con Milei es presentar a la sociedad a partir del 24 de junio una propuesta de gobierno integral, moderna y factible, sustentada en un equipo con las capacidades necesarias para llevarla a cabo. Y sin mentir.
Buenos Aires, 05 de abril 2023
Políticos entre sábanas
Esta etapa en la que la clase política, caracterizada como divorciada de las necesidades de la gente, está sumergida en sus conflictos e intereses producto de un sistema político-electoral conservador de baja institucionalidad, debiera servir para que la sociedad visualice sus vicios, y poder juzgar con mayor precisión las propuestas concretas de gobierno que se presenten a partir del cierre de precandidaturas el 24 de junio, en las PASO del 13 de agosto, y la elección presidencial el 22 de octubre.
Las actuales pujas políticas son inevitables, producto de sistemas electorales restrictivos del poder del votante como las listas sábanas y ley de lemas, diseñados para permanecer en el poder. Muchos de los que se presentan como candidatos a presidente, lo hacen solo para negociar otros espacios de poder en el próximo gobierno, sea como oficialismo u oposiciones. Las inmutables listas sábana para los anhelados cargos legislativos, por ejemplo, aseguran una continuidad temporal política con extensa planta de asesores y otros beneficios anexos, aunque no legisle o no tenga capacidad para ello. De este modo muchos legisladores priorizan los intereses de quien negoció su incorporación en la lista, y no el de los ciudadanos que votaron la sábana. El sistema permite además que una vez asumido, el legislador pueda separarse de la papeleta partidaria por la que accedió al cargo para armar un bloque propio, o negociar su incorporación a un bloque opositor que indefectiblemente es el gobernante, transfuguismo que es cada vez más habitual entre los oportunistas de coyuntura. Pero como los cargos legislativos a cubrir cual botes del Titanic son limitados y no alcanzan para todos los postulantes, se negocian opciones como futuros ministerios, organismos y cargos varios, generando una estructura burocrática desmesurada e ineficaz, pues la ecuación negociadora es acuerdo igual a un cargo, muchas veces con familiares incluidos. El mayor riesgo en este proceso lo asume Juntos por el Cambio, que al tener mayores expectativas de triunfo electoral concentra el interés de los numerosos saltimbanquis políticos, que en muchos casos negocian sus sellos de goma partidarios. Por ello cuando el precandidato Rodríguez Larreta plantea la necesidad de alcanzar un consenso del 70%, debiera aclarar si dicho porcentaje incluye a conocidos políticos, sindicalistas y empresarios responsables de los fracasos, pues en ese caso, cualquier modificación de las estructuras conservadoras vigentes será imposible. No pueden ser confiables quienes con cargos y/o beneficios personales se pasan de un espacio político a otro, por lo que entre los desafíos para generar un gran cambio, está el de legislar profundas reformas en el sistema electoral.
En este contexto de sobrevivencias personales y armado de promesas electorales, los presentes actos de gobierno producen hechos reveladores de la liquidez política y la insustancialidad dialéctica. Para sostener la sobrevivencia de un ajado gobierno y/o sistema político, el ministro Massa con la conformidad del presidente y la vicepresidenta, impulsó un decreto de necesidad y urgencia que obliga a la Anses a canjear sus tenencias en bonos en dólares u otra moneda extranjera por nuevos bonos en pesos. Como para generar consensos mayoritarios se debe partir de mensajes veraces y comprensibles para la gran mayoría de la población, y recién entonces incursionar en consideraciones institucionales, económicas y jurídicas más complejas y controversiales, vale formular interrogantes aptos para una mesa de café barrial: porqué los dólares van de los jubilados a los Bancos, y no de los Bancos a los jubilados? A los jubilados se les pesificaron recursos, como sucediera en la crisis del 2002 con otros ahorros personales? Si la Anses es un ente descentralizado, porqué un simple decreto puede obligarlo a disponer de sus inversiones? Cómo se instrumenta primero la decisión de canje, para luego promover una auditoría universitaria sobre resultados económicos futuros?
Las crisis políticas desordenan cursos analíticos basados en un orden racional de prioridades, pues priman frases políticas engañosas y rimbombantes, de las que participa en este caso el propio FMI. Dado que hasta el presente predominan viejos políticos, con viejos intereses, propagandas y discursos, un eslogan virtuoso debiera ser “piense, luche y no vuelven”.
Buenos Aires, 29 de marzo 2023.
Inútiles y sus chupetes
Si bien las continuidades políticas, liquideces ideológicas y mafias entroncadas en altos niveles institucionales no podrán corregirse durante el proceso electoral y en el mediano plazo, será imprescindible que las propuestas de gobierno planteen una reformulación de la sobredimensionada e ineficaz estructura administrativa, y se elimine la posibilidad de que inútiles ocupen cargos políticos. Si bien las estructuras burocráticas suponen mayor permanencia en el tiempo, al subordinarse su diseño a compromisos políticos y nepotismos familiares, se comenzará por analizar las consecuencias de la inserción de inútiles todoterreno en cargos políticos, porque al ser visibles y entendibles por gran parte de la sociedad los daños que provocan, facilitará comprender luego las distorsiones estructurales más complejas, comenzando por los ministerios.
El término inútil define a persona u objeto que no produce provecho, servicio o beneficio, y en sí mismo no es degradante. Todos somos inútiles para desempeñar tareas para la que no estamos formados o carecemos de aptitudes. No ser inútil en el desempeño de cargos políticos es esencial considerando que solo a nivel nacional se estiman en alrededor de 10.000, y que los políticos presuponen que son aptos para todo servicio. El planteo no parte de lo meramente económico como engañosamente se pregona para que nada cambie (costo organismo e inútil x cantidad de organismos e inútiles), sino de una racionalidad virtuosa que permita lograr un Estado moderno y eficaz que genere desarrollo y bienestar general, en lugar de beneficiar a inútiles. Si se analiza la organización institucional desde 1983 a la fecha, se constata que el crecimiento exponencial de organismos públicos y cargos políticos desde entonces tiene su correlato en peor funcionamiento estatal, creciente empobrecimiento social y corrupción. Llegando al absurdo que cuando beneficiarios de cargos políticos deben abandonarlos por inútiles u otras razones, de inmediato se los designan en otro cargo político, muchas veces creado para la ocasión, como en el reciente caso de Victoria Donda, que echada del intrascendente Inadi, recaló en la provincia de Buenos Aires en una creativa Subsecretaria de Análisis y Seguimiento Político Estratégico.
En cuanto a lo discursivo, y sabiendo que los políticos practican la locuacidad, la capacidad argumentativa de los inútiles es pobre, por lo que suelen aplicar en sus manifestaciones la técnica del chupete, cuya utilidad reside en que el bebé pueda satisfacer la necesidad de succionar más allá de la lactancia materna o toma de biberón. El chupete lo tranquiliza y adormece, situación que el político intenta replicar en los ciudadanos, hablando de corrido repitiendo obviedades usualmente exculpatorias, con datos inconexos cuando no falaces, sin informar y/o responder adecuadamente acerca del fondo de las cuestiones planteadas. Un ejemplo lamentable lo brindó el manejo de la problemática por los cortes de luz, principalmente por la empresa Edesur.
Ante los permanentes y prolongados cortes en diversas zonas de la ciudad y provincia, solo ante el hartazgo de los usuarios, acciones directas de protesta y coberturas periodísticas, tardíamente el gobierno y el Enre apelaron al chupete para tranquilizar a los quejosos, anunciando tres medidas: 1) denuncia penal contra Edesur; 2) presentación en 90 días una auditoría para evaluar la calidad de prestación de servicio; 3) evaluar la posible caducidad del servicio. Ninguna de ellas resuelve la problemática de los afectados, ni establece una metodología de reparación económica. Pero lo más grave es lo que no se explica. El Ente Nacional Regulador de la Electricidad (Enre) es un organismo descentralizado en el ámbito del Ministerio de Economía, creado en el año 1992 con motivo de las privatizaciones, para regular las concesiones de transporte y distribución de energía eléctrica en el país. Posee un Directorio de cinco miembros, encabezado por Walter Martello como interventor, quien carece de formación en el rubro energético. Pero que el Enre necesite 90 días para presentar una auditoría de la empresa, revela que no realizó ningún seguimiento contractual en tiempo y forma, pese a que en diciembre del 2022 en Acta suscrita entre Energía, Cammesa y el Enre, se disminuyó en $ 47.000 millones la deuda de Edesur con el Estado. Surge entonces un interrogante nunca respondido: la tarifa que subsidia el Estado a Edesur y Edenor, incluye los costos de mantenimiento y de nuevas obras? Según la respuesta, se estaría configurando un engaño estatal o bien una estafa privada, por lo que el debate no debería ser “más o menos Estado”, sino “mejor o peor Estado”.
Buenos Aires, 22 de marzo 2023