Políticos en los botes

Ante la sorpresa generalizada que incluyó a encuestadores y analistas, el resultado de las PASO en agosto 2023 dio lugar a la presencia de tres navíos con tonelajes similares en riesgo de colisión: LLA con 30,15%; JxC con 28,26% y UxP con 27,18 %. El naufragio político se concretó en la elección presidencial de octubre, con el triunfo de la novel LLA guiada por el peculiar capitán Milei, dejando a tradicionales políticos responsables de la decadencia nacional cual náufragos agolpados en botes salvavidas, a la espera de ser rescatados por coaliciones cuyos diseños 2025 son aún desconocidos. Desesperados, muchos náufragos lanzan bengalas en busca de ser visibilizados, como sucediera en la manifestación en reclamo del presupuesto universitario, con Cristina Kirchner desde un balcón, Massa tras un cartel con su nombre, Pablo Moyano defendiendo la educación con un entusiasmo similar al de Jacobitti, y Larreta reapareciendo entre el oleaje humano, lo que confirma que ningún político renunciará a participar en el proceso electoral del próximo año. Los ciudadanos comunes, en tanto, intentarán continuar sobreviviendo en balsas precarias.

Esta trilogía electoral se mantendrá en el 2025, seguramente con coaliciones con nuevos nombres de fantasía, y los habituales traspasos y realineamientos de conocidos políticos. Los análisis deberán tener presente que los enfrentamientos personales, así sean reales, no priman sobre los intereses y acuerdos sectoriales, tal cual se verifica en los históricos pactos entre reinos en conflicto; entre mafiosos ante el riesgo de afectar sus negocios, y políticos otrora rivales en pos de negociar poder. En todos los casos, las expectativas se remiten a la durabilidad de dichos acuerdos, por lo que lo relevante es detectar contextos, entornos e intereses en juego.

En la última reflexión se analizaron los modelos de conducción de LLA y UxP, centrados en Milei y Cristina Kirchner, quedando pendiente reflexionar sobre la coalición JxC, que pasó de ser natural triunfadora para conducir al país bajo la invocación del cambio a principios de 2023, a quedar fuera del balotaje, y es la más apropiada para suponer posibles rearmados electorales por estar integrada por políticos de fidelidades fluctuantes. A falta de liderazgos definidos, se consideró oportuno comenzar por un interrogante que explicaría sus inconsistencias presentes: ¿quiénes avalaron a Martín Lousteau como presidente de la UCR? Para elaborar una hipótesis se recuerda que alcanzó la presidencia partidaria avalado por el ex presidente de la UCR Morales, caracterizado por su nepotismo extremo y relación con Massa; Jacobitti, político vicerrector de la Universidad Nacional asociado a Lousteau en una consultora privada, y los empresarios Enrique Nosiglia, con presencia política desde 1983, y Daniel Angelici relacionado con el negocio del juego, cuyos intereses consolidados desde hace décadas en las esferas porteñas, hacen presumir que sus objetivos son los de conservar, en lugar de transformar y desactivar privilegios. No en vano tras declarar en conferencia de prensa la neutralidad de la UCR en el balotaje, y criticar a Macri y Bullrich por el apoyo a Milei, Morales coincidió con los gobernadores peronistas respecto a que si ganaba Milei no se pagarían sueldos, y más sinuoso, Lousteau dijo que no votaría a Milei. Sobre esta base, se puede conjeturar realineamientos para el 2025, con Lousteau asociado a parte del kirchnerismo porteño, y a Morales, Larreta y Schiaretti repitiendo el desgastado recurso de anunciar la creación de un “nuevo partido de centro progresista y federal”, y paralelamente negociar posiciones en las listas de las coaliciones predominantes. En el proceso de captación de figuras, en UxP existe una ficha que en los juegos de mesa se conoce como comodín, llamado Sergio Massa, quien en principio priorizará su permanencia en la coalición.  Si bien, con excepción de Lousteau cuyo mandato vence en diciembre del 2025, los nombrados carecen de cargos legislativos, no están exentos de responsabilidades para definir en lo inmediato sus objetivos de conservar o transformar, pues tienen legisladores en funciones que ingresaron en las listas bajo sus padrinazgos, identificados en las crónicas políticas como “responden a”. Es el caso de la senadora Tagliaferri, a quien se le vence el mandato, y el diputado Alvaro González, quienes responden a Larreta.

A futuro lo relevante a considerar no será como se habla y se promete, sino como voten las diversas expresiones políticas, sean oficialistas u opositoras.

Buenos Aires, 09 de octubre 2024

Detectar falacias políticas

Presuponer posibles armados de precandidatos a integrar las listas legislativas sábana 2025, implica observar el desenvolvimiento de quienes intentan integrarlas, sus entornos, y falacias en sus discursos políticos, como se caracterizan a las frases y argumentaciones falsas o erróneas pero psicológicamente persuasivas, empleadas para confundir o convencer a la ciudadanía. Un proceso electoral presupone una coherencia entre dichos discursos, el candidato que los pronuncia y el partido político al que pretende representar. Coherencia que no existe, por lo que la actividad preelectoral puede describirse con la metáfora de muchos políticos apelotonados en botes tras un naufragio, a la espera de ser rescatados por naves (léase coaliciones), de las que se desconocen detalles pues en cada turno electoral modifican sus aspectos (léase nuevo nombre de las coaliciones). Ante esta liquidez ideológico-partidaria y poder lograr cierta claridad argumentativa, los análisis se centrarán en nombres propios de precandidatos (el contenido y no el contenedor), y el tenor de sus acciones y discursos políticos, sean individuales o grupales. Dada esta estrategia analítica, y dado que nuestros políticos no han sido aún reemplazados por la inteligencia artificial, es necesario definir un perfil humano de referencia, apelando al que con humor y precisión describiera el fallecido politólogo José Nun en un artículo periodístico, cuando expresó: “En las zonas cálidas abundan los peces voladores, que para huir de sus atacantes marinos saltan casi un metro fuera del agua y planean unos 200 metros antes de volver a sumergirse. Tienen un aire de familia con el planteo de muchos de nuestros políticos. Estos lanzan ideas voladoras, que tampoco llegan demasiado lejos, pero les sirven para salir a la superficie, esquivar a sus críticos y entretener a sus seguidores”.

Esta caracterización obliga a explicitar dos preconceptos de base para analizar la actividad preelectoral iniciada bajo diversos formatos comunicacionales: 1) ante las anomias ideológicas y políticos fluctuantes, las denominaciones partidarias se utilizarán de modo referencial; los análisis se basarán en los nombres propios de candidatos con sus entornos, y se evaluarán sus mensajes en función de antecedentes que los avalen, pues lo que no se haya hecho en el pasado o se haga hasta las elecciones, no será creíble como promesas de campaña. 2) en cuanto al recurso de “entretener a sus seguidores” que señala Nun, no se considerarán relevantes los cruces agraviantes entre políticos, tales como traidor, coimero, sinvergüenza y otros similares, pues es una de las formas de disimular mediocridades y malas praxis, como también para presionar en el armado de listas, sin importar que se ponga en riesgo la implementación de políticas transformadoras e imprescindibles para una sociedad sumergida en la pobreza y decadencia. En los acuerdos preelectorales no se discutirán agravios sino intereses individuales y corporativos. Basta recordar la trilogía Fernández, Cristina Kirchner y Massa, condición que alcanza a sectores del oficialismo y de la oposición.

Para iniciar el movimiento de fichas políticas en el tablero de armado de listas sábana, cabe recordar que pese al holgado triunfo electoral de Milei adjudicado al hartazgo social, todas las “castas” políticas y corporativas se encuentran activas pero con limitados manejos de los recursos públicos, lo que plantea un desafío inédito desde 1983, que muchos dirigentes parecieran no entender: las opciones no están hoy entre múltiples caracterizaciones ideológicas que ni sus propios promotores entienden, sino en decidir si se conservan privilegios y malas praxis, o se implementan cambios estructurales virtuosos.

Vale ingresar al campo de lo concreto mencionando las conducciones del PJ y UCR, los dos partidos otrora predominantes como referencia nacional. En el caso del PJ, si se preguntara a cualquier ciudadano como llegaron Alberto Fernández a conducir el PJ nacional y Máximo Kirchner el de la provincia de Buenos Aires, todos inequívocamente responderían que por decisión de Cristina Kirchner, prácticamente sin objeciones internas. Vistas las mediocridades políticas y conductivas de ambos y suponer si las designaciones fueron producto de la necedad o de una estrategia, la personalidad de la ex presidenta indicaría que buscaba un control de poder interno total  trasladable al ámbito nacional, bajo un esquema conservador reacio a todo cambio, lo que se ratificaría con la postura actual de los legisladores de Unión por la Patria. En el caso de la UCR y considerando la ausencia de conducciones excluyentes, si se preguntara como llegó Martín Lousteau a la conducción de la UCR,  la hipótesis parecería no ser tan lineal como en el caso del PJ. Comenzando a mover fichas políticas radicales porteñas, se puede llegar a similitudes sorprendentes con el kirchnerismo en cuanto a objetivos. Vale tomarse una semana de reflexión.

Buenos Aires, 02 de octubre 2024

Arme sus listas sábana 2025

Analizar el devenir político hasta las elecciones legislativas del 2025 de modo comprensible por todo el espectro socio-cultural, exige apelar a argumentaciones simples y coherentes, como cuando para aprender a leer y escribir palabra e imagen coincidían. Para ello se apelará a lo lúdico, simulando un juego de mesa conformado por un tablero de 48 casilleros, sectorizados en ocho casilleros por cada uno de los seis espacios políticos participantes identificados con distinto color, destinando seis a los primeros potenciales candidatos a diputados, y dos a los senadores titulares. El juego se completará con fichas que contendrán nombres de supuestos precandidatos a incluirse en las listas sábanas que se pueden mover por todo el tablero, pues como sucede en la realidad, muchos de los políticos pertenecientes a una agrupación actualmente, puede aparecer en otra lista en el 2025. Los casilleros deberán completarse con 45 días de anticipación al cierre de listas para comparar con las listas oficializadas, y adjudicar un punto por cada acierto, cualquiera fuera la ubicación del precandidato en la lista. Como lo propuesto no es un juego de adivinación sino de reflexión, de ahora en más se deben interrelacionar los hechos políticos que se vayan sucediendo, y evaluar las decisiones y opiniones de legisladores, gobernadores y poder ejecutivo, para lograr un armado final exitoso. Esta tarea ya la están realizando los políticos y sus entornos, buscando posibles acuerdos electorales en los que puedan insertarse. Como el ejercicio es individual, cabe recordar que las presentes y futuras reflexiones volcadas a las newsletters serán referenciales y subjetivas, pues cada ciudadano evaluará los contextos políticos y pondrá en las fichas los posibles precandidatos según su criterio.

Los datos preexistentes e inamovibles indican que se renovarán 127 diputados nacionales, elegidos por sistema proporcional y teniendo presente la paridad de género, y 24 senadores elegidos en forma directa por distrito, dos por la mayoría y uno por la primera minoría. Para el presente juego se considerarán solo los distritos CABA (se eligen 12 0 13 diputados), y provincia de Buenos Aires (se eligen 35 diputados), debido a sus incidencias numéricas, y ser habitual que un político represente indistintamente a uno u otro distrito. Los últimos gobernadores provinciales, por ejemplo, son porteños.  Seguidamente se indican las seis agrupaciones políticas participantes, identificando sus siglas, número de diputados a quienes se les vence el mandato sumados ambos distritos, y entre paréntesis los apellidos más reconocidos:

1.- Unión por la Patria (UxP); 18 diputados(Arroyo, Gollán, Heller, Moreau Leopoldo, Palazzo y Santoro). 2.- Propuesta Republicana (PRO); 10 diputados (Finocchiaro, Iglesias, Laspina, Santilli y Vidal). 3.- Unión Cívica Radical (UCR); 5 diputados(Lombardi, Manes y Tetaz). 4.- La Libertad Avanza (LLA); 4 diputados (Espert). 5.- Coalición Cívica (CC); 4 diputados (López Juan Manuel, Oliveto); 6.- Encuentro Federal (EF); 4 diputados (López Murphy, Monzó, Randazzo y Stolbizer). Esta última escudería se agrega como demostrativa de un artilugio creciente; mientras los ciudadanos deben votar listas sábanas completas, muchos legisladores una vez elegidos abandonan a quienes representan, y forman bloques legislativos que nadie votó. Respecto a los senadores, solo renuevan los tres que representan a CABA: Lousteau y Tagliaferri (JxC) y Recalde (UP). La provincia no tiene renovación de senadores. Como ser legislador es una actividad en la que ser repitente no es vergonzante, para el ejercicio analítico se deberá tener en cuenta a quienes desean retornar, entre ellos Carrió, Larreta y Massa. Cristina Kirchner y Macri quizás no lo desean, pero deben ser tenidos en cuenta.

Las futuras alianzas y/o cambio de nombres de coaliciones no influirá en el resultado final, porque lo importante es evaluar cómo se asociarán conocidos políticos, y cómo actúen los legisladores en ejercicio y los que pretendan serlo, y no lo que prometan en campaña. Dado que el objetivo es fomentar la capacidad de análisis político individual por parte de todos los niveles socio-culturales, se evitarán las elucubraciones sofisticadas o giros semánticos confusos. En cuanto a los principales actores políticos, si bien en sus diversos roles institucionales están vigentes al menos desde la crisis 2001-2002, las urgencias económico-sociales aconseja no juzgarlos por sus pasados, sino por como actúen en el presente hasta las elecciones del 2025, pues tienen poder de decisión.

Una útil referencia didáctica la brinda la organización del fútbol profesional, con dirigencias asociadas a la política, malas praxis de gestión, corrupciones y protección de barras bravas. Finalmente, se aconseja no impresionarse por posiciones irreductibles o dialécticas floridas, pues cuando se trata de intereses personales o sectoriales los acuerdos sorprendentes son posibles. Vale una apostilla: “A los idiotas les digo, la época de los vivos se terminó” (frase pronunciada por el ex presidente Alberto Fernández por televisión en julio de 2020, durante la pandemia).   

Buenos Aires, 25 de septiembre 2024

Conservador o innovador

Los políticos ya están trabajando en variantes para el armado de listas legislativas sábanas 2025, pero un inédito rechazo social les plantea un interrogante: ¿cómo armar una campaña electoral en este contexto, considerando que las listas repetirán conocidos nombres de responsables de la decadencia, y que irreconciliables enemigos dialécticos hoy, compartirán una misma lista sábana el próximo año? Este estado de anomia política brinda a los ciudadanos comunes la posibilidad de juzgar desde ahora como ejecutan y votan los 455 políticos que los representan como presidente, gobernadores y legisladores nacionales, en lugar de esperar pasivamente hasta las próximas elecciones para ser convencidos por promesas de campaña.

Para lograr este objetivo los análisis y críticas se deberán formular didácticamente con palabras simples y entendibles por todos los sectores sociales, apoyados en nombres propios, ejemplos concretos y datos fehacientes, para que cualquier ciudadano pueda canalizar sus reflexiones en una especie de juego de mesa llamado “Arme su propia lista sábana 2025”. Como no será un ejercicio de adivinación sino analítico, es necesario imaginarse un tablero en el que se moverán permanentemente fichas (políticos), hasta que se oficialicen las listas. Las conductas políticas se encuadrarán inicialmente a partir de dos categorizaciones esclarecedoras: la de conservadores, definidos por su aversión a cambios estructurales y cómodos en sus privilegios, e innovadores, como se define quienes ante situaciones límites no temen afrontar nuevos desafíos. De este modo, el ciudadano evitará ser confundido por debates ideológico-partidarios tan fluctuantes como incomprensibles, que semejan a ingredientes que se incorporan desde hace décadas a una coctelera que una vez agitada, arroja un mismo brebaje político y corporativo. Realidad que bien describe el politólogo Mario Riorda, cuando dice que “en la Argentina hay una suerte de coaliciones por agregación, donde los espacios más que unir, agregan; acumulando partes sin tener necesariamente una cohesión identitaria”. Cabe preguntarse si esta opción no tuvo inicio en la segunda vuelta electoral del 2023, cuando el votante debió elegir entre el conservadurismo político (Massa), y una búsqueda de innovar arriesgándose a lo desconocido (Milei).

Este interrogante permite una reflexión de utilidad para juzgar el devenir político. En la elección presidencial Unión por la Patria (Massa), encarnó la continuidad política, gremial y empresaria asociada a privilegios; La Libertad Avanza (Milei), fue un emergente que sin estructura encarnó una actitud de protesta contra las castas empobrecedoras, y Juntos por el Cambio (Bullrich, Larreta), enarboló el cambio como bandera. Por lo que a nueve meses del presente período presidencial se presentan elementos de utilidad con vista al armado de las próximas listas sábanas, planteando que UxP cumple con las expectativas de oponerse a todo cambio, y que el gobierno de Milei afronta las dificultades de sus minorías legislativas y amateurismos burocráticos. Lo didáctico lo ofrecen los otrora líderes del cambio, por lo que cabría preguntarles a Macri, Bullrich, Larreta, Pichetto, Carrió, Vidal, Stolbizer, Morales, Lousteau, López Murphy, y a sus economistas Lacunza, Laspina, Caputo, Melconian, Redrado, Prat Gay y Tetaz, cuáles eran los cambios estructurales concretos a plasmar en leyes, que proponían a la sociedad entonces, y están dispuestos a apoyar en esta instancia democrática.  

Este aprendizaje político en modo lúdico no se sustentará en informaciones privilegiadas o de dudosa verosimilitud, sino en periodísticas reconocibles. En tal sentido se destaca el valioso aporte de algunos medios gráficos, al resaltar claramente   como votan los legisladores temas trascendentes, identificando las pertenencias partidarias que les permitieron acceder a la representación legislativa. También cada ciudadano podrá elegir apostillas, que sin agregados transcriban frases que se consideren útiles para reflejar posturas políticas. Se cita la siguiente: “El sindicalista de Aerolíneas Argentina Edgardo Llano, tras coordinar un paro de 24 horas con el sindicalista Pablo Biró, dos días antes de inicio del mismo partió de vacaciones a España con su esposa y cuatro hijas, con cargo a la empresa estatal”

Finalmente, se transcribirán breves frases que muchos políticos pronuncian en busca de tener presencia en medios públicos, presuponiendo que son esclarecedoras o brillantes, destacándolas con la inolvidable creación de Fontanarrosa, en la que el perro parlante Mendieta ante las elucubraciones del gaucho Inodoro Pereyra decía: ¡que lo parió!

Buenos Aires, 19 de septiembre 2024

Secretismos e hipocresías

La democrática reacción ciudadana expresada en la elección presidencial del 2023 contra un sistema anquilosado y plagado de privilegios que derivó en la actual decadencia y pobreza, supo canalizarla el emergente Milei no por sus elucubraciones y debates sofisticados destinados a pocos, sino a través de un eslogan que tuvo la virtud de ser verosímil y entendible por todas las franjas socio-culturales: ¡basta de castas empobrecedoras! Por lo que la sencillez conceptual y argumentativa, de ser verosímil y reflejar el sentir de la sociedad, es la forma didáctica de interpretar el devenir político, y exponer contradicciones, falacias y engaños discursivos, considerando que en las castas coexisten peronistas, radicales, desarrollistas, derechas e izquierdas que sobreviven a las sucesivas coyunturas políticas por ser multipartidarias, ideológicamente líquidas, oportunistas y discursivamente hipócritas. La utilización en los análisis de nombres propios, se hará siempre y cuando reflejen un contexto de validez general, y no se agoten en anécdotas personales.

La debilidad de Milei en cuanto a sus soportes institucionales y territoriales, paradójicamente brinda una oportunidad inédita para lograr cambios estructurales sostenibles en el tiempo, pues en un sistema democrático para concretarlos se necesitan mayorías, lo que expone el accionar de todos los representantes de los poderes legislativos por igual. Y facilita desnudar hipocresías, como sucediera en los tratamientos de la Ley Bases, sistemas jubilatorios con privilegios y cambios inviables, universidades que reclaman recursos pero no rinden cuentas de gastos, o la postulación del juez Lijo a la Corte. En este tránsito, cabe reflexionar sobre el debate generado por trabas al acceso a la información pública. Como es sabido que las leyes abundan en grandilocuencias pero suelen reinterpretarse y/o no cumplirse, no se comenzará con referencias a la ley 27.275 que la reglamenta, y alcanza a todos los organismos públicos bajo sus diversas figuras jurídicas, sino por el presidente provisional del Senado Bartolomé Abdala, que por ingenuidad o picardía, al declarar en un programa televisivo que 13 de sus 20 asesores trabajan en San Luis, brinda la oportunidad de visualizar en simultáneo los conceptos de castas, privilegios, hipocresías e información pública.

En primer lugar, las “castas” se observan más claramente en el poder legislativo, al que se llega necesariamente integrando listas negociadas, en las que participan ex presidentes y gobernadores, senadores que pretenden ser gobernadores (caso Abdala), matrimonios en el que uno ocupa un cargo ejecutivo y el otro legislativo, y una vasta planta de empleados plagada de familiares y amigos, conocidos como “asesores”, como en el caso de la hija de Adolfo Rodríguez Sáa en la planta de Abdala, quien participó del gobierno del Adolfo, pasó por el PRO, y hoy representa al actual gobierno. Se suman a los privilegios la recordada sesión en la que senadores se incrementaron las dietas en dos minutos y sin objeciones, y se agregó la dieta 13, o sea un aguinaldo. En hechos de corrupción legislativa, como en la provincia de Buenos Aires, participan peronistas y radicales entre otros, mientras el resto no sabe/no contesta. En cuanto a hipocresías, los ejemplos abundan. En el Senado trabajan 6400 personas, y en Diputados 4550, sin que se haya informado oficialmente ningún ajuste, por lo que cuando legisladores de diversos signos políticos expresan imperturbables que “el ajuste del gobierno no recae en las castas”; en el caso de los poderes independientes legislativos es verdad. Por ello y para desactivar hipocresías, senadores y diputados podrían parafrasear un eslogan popular, diciendo que en privilegios “todos somos Abdala”.

Para analizar el decreto con limitantes administrativas para acceder a la información pública, es necesario partir de lo general para luego clarificar lo particular. El concepto “público” implica el acceso individual de cualquier ciudadano y sin trámite mediante a la información pública; la propia ley menciona objetivos de máxima divulgación, participación ciudadana y gratuidad de acceso, por lo que es prioritario que a través de sus páginas web, los organismos públicos centralizados, descentralizados, empresas y sociedades del Estado informen datos básicos de permanente manejo interno, referidos a misiones y funciones, cantidad de personal, organización jerárquica, nóminas salariales con adicionales por todo concepto, datos presupuestarios de ingresos y egresos globales, y balances de cierre. De cumplirse con esta obligación esencial, el “caso Abdala” no sería hipócritamente denominado “sorprendente”; por el contrario, habría que agradecerle el patriótico servicio de esclarecimiento ciudadano.

Buenos Aires, 11 de septiembre 2024

Política no es espectáculo

A un año de las próximas elecciones nacionales legislativas, los desenvolvimientos políticos deberán evaluarse sobre la base de que se priorizarán intereses personales por sobre la generación de transformaciones que desactiven privilegios y corrupciones, por lo que los cambios virtuosos solo se lograrán a través de una sana presión de la opinión pública, lo que implica que para detectar frivolidades, falacias e hipocresías discursivas y conceptuales, los análisis sean didácticos y masivamente entendibles. Lo facilita el hecho de que las añejas dirigencias afrontan un problema aplicable tanto a la propaganda política como a la comercial, consistente en que inicialmente se puede vender exitosamente a un mal político y/o producto, pero no sostenerlo en el tiempo. Para lograr claridad argumentativa, en lugar de enredarse en oscurantismos ideológicos, es aconsejable apoyarse en nombres propios, que partiendo de los 355 políticos con poder de decisión a nivel nacional (presidente, vice, gobernadores y legisladores), se evaluarán por como ejecutan y votan, se abstienen o ausentan, y no por lo que declaran.

Para los ciudadanos carentes de información privilegiada, las fuentes serán las provistas por los medios de comunicación masivos en sus variantes orales, escritas, televisivas y redes sociales, asumiendo que los distintos emisores pretenden convencer a miles de ciudadanos anónimos bajo el principio de la regla de la propaganda política llamada de “Unanimidad y contagio”, que plantea lograr adhesiones a través de la presión grupal por sobre la individual, utilizando encuestas o frases tales como “la gente dice…”. También es importante diferenciar entre información (puede ser verdadera o falsa), y opinión, que tiene la condición de ser personal. Igualmente no se debe confundir debates y acciones políticas relevantes para la sociedad, con espectáculos farandulescos destinados a burdas peleas personales, denuncias infantiles, frases rimbombantes y/o agraviantes, ajenas a las urgencias económico-sociales que afronta el país. En este contexto múltiple, cobran valor los antecedentes y prestigio de los propagadores comunicacionales, por lo que parecería exagerado el temor que provoca en reconocidos periodistas los trolls e influencers de ocasión en el debate político. En toda circunstancia, el periodismo presta un aporte democrático invalorable para exponer datos y situaciones que habitualmente los gobiernos ocultan. Cabe citar dos ejemplos de las reflexiones, interrogantes y conclusiones que pueden lograrse a través de medios de comunicación masivos:  

1.- La newsletter del pasado 21 de agosto titulada “¿Existen servicios de inteligencia?”, argumentaba con datos el histórico espionaje amateur carente de inteligencia. Días más tarde el periodista Morales Solá mencionó en su columna que un abogado González invocando representar a la SIDE, recorrió cuatro juzgados federales para informarse sobre causas que involucraban al gobierno de Macri, ninguna de las cuales tenían que ver con la seguridad interior o exterior. Quedaba un misterio: ¿quién era González, a secas? Es de imaginar la desconfianza que despertaron en sus entornos los miles de González que viven en Buenos Aires. El misterio lo develó el propio Morales Solá el 28 de agosto en otro artículo, identificándolo como el abogado Ignacio Damián González. Tras lo cual el actual director de la SIDE Neiffert, pidió disculpas, y anunció que el abogado y otra letrada habían sido “desplazados”, generando un nuevo interrogante: dado que no fueron despedidos o rescindidos sus contratos, ni se informó si actuaron bajo orden superior, ¿qué significa “desplazados”?, término utilizado con funcionarios de segundo nivel involucrados en actos de corrupción. En lo inmediato los viejos políticos piden confianza social, pues la nueva SIDE estará “controlada” por la Comisión que encabezan Lousteau, Moreau y Parrilli.

2.- La postulación del juez Lijo para integrar la Corte Suprema, exhibe como pocas veces un muestrario de hipocresías y negociaciones que involucran a todos los sectores políticos, demostrando una vez más que para acordar políticas internas las grietas se diluyen. Cabe destacar tres detalles que brindan aprendizajes: a) los pobres interrogatorios de los senadores a Lijo y García-Mansilla  mostraron que la formación profesional y académica de los candidatos no son factores a considerar, y que desde su origen, la independencia de poderes en términos absolutos no existe; b) en el área hipocresías se destaca el senador Mayans, con el infantil planteo de pedir que Milei diga que son sus candidatos, previo a decidir si los votan. Sin embargo, también era del presidente la ley Bases, pero el kirchnerismo la rechazó en su totalidad; c) expresar claramente posturas personales y votarlas no es criticable; a lo sumo, debatible. Lo peligroso emerge de quienes evaluando el terreno no se expiden, lo que recuerda a la vieja práctica política de “escucho ofertas”.

Buenos Aires, 04 de septiembre 2024

Milei, Fernández, Lousteau y Lijo

El sorpresivo triunfo electoral de Milei generó tal confusión en las fluctuantes y caducas estructuras políticas tradicionales, que brindó un aporte a la ciudadanía quizás no previsto: exponer a la luz pública viejos vicios de las llamadas “castas”, que incluye a la naciente estructura de Milei en cuanto al amateurismo que muestran muchos de sus funcionarios y legisladores. Considerando que las contradicciones se potenciarán en el armado de las listas sábanas para las elecciones legislativas 2025, y que las verdaderas transformaciones del modelo empobrecedor basado en privilegios solo se lograrán bajo una sana presión de la opinión pública, la sociedad deberá enriquecer su percepción racional por sobre la emocional. Para ello, hechos cercanos protagonizados por el propio Milei, Fernández, Lousteau y Lijo, brindan valiosos aportes didácticos.

Inicialmente cabe poner en tela de juicio una recurrencia analítica, que le adjudica a Milei como votos propios o “duros” el 29,99% obtenido en la primera vuelta electoral, origen de su debilidad legislativa. Pero lo relevante es el resultado del balotaje, en el que Milei obtuvo el 55,65%, contra el 44,35% de Massa. Triunfo no solo atribuible a Milei, sino a una derrota de quienes encarnaban continuidades políticas generadoras de la decadencia y habitualmente corruptas que incluyó a figuras de Juntos por el Cambio, cuando previo al balotaje quienes encabezaban el radicalismo, Morales y Lousteau, impulsaron públicamente una abstención, para días más tarde Morales declarar que si ganaba Milei no se podrían pagar sueldos, y Lousteau siempre sinuoso, afirmó que no votaría a Milei. Otro detalle no menor es que a las elecciones se llegó con Fernández presidente del PJ y Lousteau de la UCR, siendo importante recordar cómo fueron elegidos. Fernández, por un simple tuit de Cristina Kirchner, sin objeciones partidarias internas. Lousteau, promovido por el perdurable Nosiglia, Morales (veinte familiares en cargos públicos); Angelici (negocio del juego), y Jacobitti (negocio de crear universidades en un contexto de 58% de pobreza infantil). Si se replicara el espiritismo que mediocres utilizan para interpretar que pensarían líderes fallecidos, podría suponerse que Perón y Balbín tomarían a esta realidad como confirmatoria de la pérdida de identidad de sus partidos. En resumen, previo a la votación final ya se observaban coincidencias entre Fernández, Cristina, Massa, Morales, Lousteau, Angelici y Jacobbiti, tras el objetivo conservador de que nada cambie.

Ya como presidente, sea por su personalidad y/o producto de su debilidad legislativa, Milei exhibe histrionismos y léxicos exacerbados, que en lo inmediato es de esperar utilice para desactivar privilegios y no enredarse con privilegiados. Como contrapartida, Maquiavelo alertaba cuidarse de los “buenos modales” de los entonces mercenarios, a los que definía como “ambiciosos, desleales, valientes entre los amigos, pero cobardes cuando se encuentran ante los enemigos, porque no tienen disciplina”. En cuanto al ex presidente Fernández ya en el llano, aportó en desnudar hipocresías de los integrantes de su gobierno, quienes adujeron no formar parte del mismo pese a que manejaron importantes organismos, que desconocían sus posibles corrupciones, y menos aún sus atributos eróticos insaciables. En las legislaturas también se corrieron velos: para desactivar sistemas corruptos sin control (fideicomisos) no se consiguen apoyos mayoritarios; muchos legisladores aprueban incrementos de dietas sin oposiciones y gastos sin financiamiento, en detrimento de la inflación “que sufren los más pobres”; la supervisión de los servicios mal llamados de inteligencia se pone en cabeza de Lousteau (con la novedad de que la mayoría de los radicales no lo votaron), Moreau y Parrilli; se modifican índices jubilatorios para muchos siempre insuficientes, pero no se desactivan jubilaciones de privilegio para pocos. Queda claro entonces que los discursos políticos deberán juzgarse según se ejecuten y voten cambios socialmente virtuosos y factibles, o se mantengan privilegios conservadores para pocos. ¿Quiénes predominarán?

En el caso de la postulación del juez federal Lijo a la Corte Suprema, si se creyera en finas sutilezas se lo podría interpretar como un hábil recurso de Milei para seguir exponiendo hipocresías. Para futuras reflexiones vale citar algunos mojones: 1) su postulación tuvo un rechazo mayoritario de diversas representaciones sociales y profesionales, pero el apoyo de la corporación judicial y el manoseo de las negociaciones políticas; 2) las objeciones refieren a su postulación a la Corte, pero no a continuar como juez federal. 3) en su defensa Lijo expresó: “En 20 años no recibí ninguna sanción del Consejo de la Magistratura”, lo que es verdad. Pero considerando que el organismo está integrado por legisladores, jueces, matrícula de abogados, un representante del Poder Ejecutivo y de ámbitos científicos y académicos, las objeciones éticas y de idoneidad moral deberían aplicarse a todo el sistema político-institucional por igual. Hasta que ello no suceda, de la categoría que nace con Aristóteles y considera a la política como arte de negociación para perseguir el bien común, y la de Maquiavelo que la centra en la lucha por el poder alejada de consideraciones éticas, para análisis consistentes se deberá continuar con la aplicación de esta última, que además predominará para el armado de las próximas listas sábana legislativas.

Buenos Aires, 28 de agosto 2024

¿Existen servicios de inteligencia?

Hay preguntas que tienen distinta valoración según quien las formule. Si proviene de un niño en su etapa de aprendizaje, responde a una saludable curiosidad, y exige una respuesta ilustrativa; pero si la misma pregunta la plantea un adulto, se la puede considerar estúpida. En este caso clarificar si la SIDE (o AFI) realiza tareas de inteligencia necesita de una argumentación basada en dos aspectos: 1) antecedentes del organismo; 2) participación de los legisladores. Tratar el tema es oportuno dado el apasionado debate legislativo que no prioriza la reestructuración propuesta por el gobierno, sino la integración de la Comisión Bicameral de control de los servicios de inteligencia de 14 miembros (cargos), y los fondos reservados (dinero), pese que históricamente la apetecible Comisión Bicameral tuvo escasas reuniones plenarias, nunca brindó informes a la sociedad sin afectar el secreto y confidencialidad, y muchas veces filtró a la prensa información reservada. Recordando además que la ley impide que se asocien las operaciones con el nombre de los agentes intervinientes y detalles de los montos pagados. Lo que hace sospechar que el objetivo es continuar usufructuando los beneficios de la confidencialidad sin que nada cambie.

Respecto a los antecedentes, la Ley de Inteligencia Nacional promulgada en el 2001 indica que la actividad de los organismos está orientada a obtener información específica referida a hechos que afecten la seguridad exterior e interior de la Nación, para lo cual se realiza espionaje (tarea de campo), e inteligencia (procesar la información obtenida). Visto que abunda el espionaje interior con objetivos políticos, pero no se detectaron los atentados a la embajada de Israel, a la Amia, la muerte del fiscal Nisman y la actividad de carteles del narcotráfico en vías marítimas, fluviales y fronteras, la conclusión es que se carece de inteligencia. Un requisito esencial en todo organismo de inteligencia es que sus conductores, personal, funcionarios, autoridades judiciales, legisladores y personas que accedan a datos y documentación de seguridad, “deberán guardar el más estricto secreto y confidencialidad”, que como muestran las innumerables causas judiciales vigentes, no se cumple. En cuanto a sus conducciones, desde diciembre de 1989 a la fecha, la SIDE estuvo conducida por Yofre, Anzorregui, Santibañez, Becerra, Soria, Toma, Acevedo, Izcazuriaga, Parrilli, Arribas, Cristina Caamaño, Rossi, Ana Alberdi, Sívori, y actualmente Neifert. No existen antecedentes que organismos de inteligencia profesionales hayan sido conducidos por 15 directores en 35 años. A ellos se suman funcionarios todo terreno que ocuparon circunstancialmente cargos claves sin formación específica, como Majdalani, Taihade y Mena, entre otros.

La escasa profesionalidad y malas praxis resaltan en las relaciones entre funcionarios, conducciones de la SIDE y poder judicial, como indican las más de trece causas judiciales originadas en denuncias de la SIDE, en las que supuestos expertos en inteligencia vulnerando requisitos de confidencialidad, piden a la justicia que investiguen actividades internas que nada sirven al interés nacional. Las causas obviamente, duermen en el refrigerador de los juzgados pertinentes. Cabe citar casos icónicos.

Apenas asumido el gobierno de Fernández en el 2019, la fiscal Cristina Caamaño como interventora de la AFI, denunció ante un juzgado federal de Lomas de Zamora una red de espionaje durante el gobierno macrista, (en el juzgado de Martínez de Giorgi hizo otra denuncia por la aparición de un disco rígido durante una limpieza), y envió 3.850 resoluciones del organismo con datos personales, designaciones, renuncias, jubilaciones y transferencias de espías y ex agentes que se hicieron públicas, al punto que dos de los escasos espías reales debieron ser urgentemente repatriados desde el exterior. En la causa por la muerte de Nisman, el fiscal Taiano solicitó a la entonces interventora Caamaño cuál era la situación de revista de los 89 agentes de la SIDE cuyas llamadas cruzadas los mostraron activos en la zona ese día. La insólita respuesta fue que 64 de aquellos agentes renunciaron al organismo en los meses siguientes a la muerte del fiscal, quedando activos solo 23, más dos desconocidos sin datos, desnudando la escasa profesionalidad y/o complicidad del organismo. Finalmente se recuerda el caso del espía cuentapropista D`alessio tramitado en el juzgado de Ramos Padilla en Dolores en el 2018, destinado a hacer caer la causa Cuadernos en una operación que el diputado Valdez llamara “Operativo Puff”. A cuatro años de cerrada la investigación, la causa no se elevó a juicio oral.

Ante estos ejemplos que hacen suponer objetivos de impunidad, falsedades, coacción y sobornos ajenos a la seguridad exterior e interior, debiera preocupar la entusiasta puja entre legisladores vigentes desde hace décadas para integrar la Comisión Bicameral. Por lo que cabe concluir con otra pregunta estúpida: ¿quién o quiénes conocen y aprueban las operaciones, agentes intervinientes y distribución de los fondos reservados? Es para seguir reflexionando

Buenos Aires, miércoles 21 de agosto 2023