Palabras, imágenes y hechos
El hartazgo social que se canalizó en el sorprendente y disruptivo triunfo electoral de Milei, y que entre otros síntomas incluyó las derrotas de tradicionales caudillismos provinciales en Santa Cruz, Neuquén, San Luis y Chaco, dejó a políticos y dirigencias corporativas responsables de la degradación del país, cual rey de la fábula, desnudos y confundidos, sin por ello renunciar a mantener privilegios e impunidades. Pero la ausencia de bipartidismos excluyentes, coaliciones coherentes, y una manifiesta licuación de identidades partidarias (ni hablar de ideológicas), de quienes hasta hace meses atrás gobernaban o pretendían gobernar, debiera ser vista como una oportunidad inédita para que la ciudadanía observe a la luz pública intereses y contradicciones políticas, que otrora se mantenían bajo sospechas de contubernios o invocaciones de “unión nacional”.
Para que la sociedad continúe avanzando desde lo emocional a soportes analíticos más racionales que sean comprensibles para todos los sectores sociales, evitando sectorizaciones que van desde sofisticadas reflexiones a idiotizantes simplificaciones, como gritar “la Patria no se vende”, vale continuar utilizando el didáctico aprendizaje infantil en que la palabra “pato” debía coincidir con la imagen de un pato, sin que el término infantil sea menospreciativo, pues por el contrario, evita la superficialidad de eslogans que se repiten de modo automático. Los niños, al menos son curiosos. Con este objetivo cabe reflexionar sobre los más de seis meses de debates legislativos iniciados con la presentación en diciembre de la entonces llamada Ley Ómnibus y paquete fiscal, que involucra directa e indirectamente a los 355 políticos que entre gobernadores y legisladores asumen la representatividad política institucional, con capacidad de decidir. Dichos debates interrelacionan Palabras (discursos para justificar posturas); Imágenes (individualización de la actitud de cada legislador), y Hechos (aprobación o rechazo de temas). Las identificación de las posturas de cada legislador asociada a sus entornos e intereses es esencial para entender el desarrollo de los acontecimientos, cuya próxima etapa vital para los políticos, serán las elecciones legislativas del 2025 (léase listas sábanas). En el ejercicio colaboran algunos medios gráficos que a página completa, identifica a cada legislador con foto, agrupación y distrito al que representa, indicando si votó a favor o en contra, abstención, ausencia o posiciones fluctuantes.
Inicialmente quedó ratificada la crisis de representatividad que la Constitución Nacional exige a los legisladores, consecuencia de las continuas distorsiones que sufre el sistema electoral, en especial por las listas sábana. Es habitual que al referirse a un legislador se diga que “responde a…”, es “apadrinado por…”, o ya en funciones, se traspase a otro espacio partidario. O que Alicia Kirchner, Uñac y Manzur votaran en contra de los intereses de las provincias que gobernaron hasta diciembre pasado (Manzur en uso de licencia), mientras que los opositores Espínola y Kuider que lo hicieron a favor, fueran tildados de traidores. O que Lousteau, presidente de la UCR, votara en contra, diferenciándose de la posición de todos los senadores de su partido. Y para cerrar el muestrario, el grotesco que aportó la senadora Cristina López, que pasó a ser conocida en los medios no por su análisis de la ley, sino por afirmar que Milei es un enfermo mental.
Como dato positivo se rescata la inédita actividad parlamentaria en tiempos de receso, que puso en debate público temas omitidos en los agresivos cruces políticos, tales como promociones industriales eternas y ruinosas, negociados en las industrias del tabaco, la pesca y en la muy rentable actividad del juego, bajos porcentajes de regalías de inversiones mineras, y un foco de corrupción que cobró trascendencia en el tratamiento de la ley en febrero, ante el intento mayoritario de mantener la operatoria: los fondos fiduciarios, entre ellos el FISU, que son recursos públicos millonarios carentes de control que “no vieron” oficialismos y oposiciones, y que hasta el momento ningún juez o fiscal se anima a investigar.
Si los acontecimientos políticos se analizaran asociando palabras, imágenes y hechos protagonizados por los 355 políticos que deciden, se llegará bien preparado para participar del juego de mesa “Anticipe el armado de las listas sábanas 2025”. Próximamente se darán sus reglas.
Buenos Aires, 19 de junio 2024