Preguntas políticas estúpidas

Continuando con la metáfora de aprender a interpretar la propaganda y discursos políticos  con ingenuidad infantil, cabe retomar el cuadro publicado en La Nación el 08 de febrero pasado que bajo el título “El giro de los diputados”, indicaba de modo didáctico como votaron 55 diputados que aprobaron la Ley Ómnibus en general, pero luego cambiaron respecto a determinados artículos. La clara presentación visual de la información, se diseñó con el nombre e imagen de cada diputado, partido o bloque al que pertenece (se obvió los distritos que representan, pero el dato se obtiene por Internet),  y cómo votaron individualmente los 13 puntos tratados hasta que el proyecto fuera retirado del recinto. La información cuando es veraz, clara y carente de adjetivos degradantes no es un “escrache”,  pues la explicitación de las votaciones es una obligación de cara a la ciudadanía, pues permite relacionar la votación individual con las representaciones partidarias y provinciales que ostentan, y de este modo formular interrogantes. Distinto es lo sucedido en la legislatura de la provincia de Buenos Aires, que para ocultar responsabilidades en el aumento de impuestos, todos los bloques acordaron votar a mano alzada. Los escándalos pueden entretener pero no esclarecer.

Para persistir en intentar explicaciones simples de comprensión masiva, vale continuar con la metáfora de los aprendizajes infantiles para que la palabra “O-S-O” coincida con la imagen de un oso. Para ello se agregará la acción de preguntar, que en el caso de los niños tiene la virtud de la curiosidad, el deseo de saber; pero como en los adultos muchas preguntas  suponen escasa inteligencia y se las caracteriza de estúpidas, como llamaremos a las que surgen del mencionado cuadro publicado por La Nación. Como punto de partida se tomará al senador radical Lousteau, quien tras la presentación de la Ley Ómnibus y apelando a la estrategia discursiva habitual consistente en plantear con tono sapiente generalidades sin definir aspectos concretos, afirmó que “estamos de acuerdo con el fondo pero no con la forma”. Sin embargo, los extensos y saludables debates legislativos, votaciones y desenlace, mostraron que las diferencias eran de fondo y no de forma. Solo exhibieron uniformidad los legisladores de Unión por la Patria, pero lamentablemente con el objetivo de los gobiernos conservadores: pretender que nada cambie. Las expresiones políticas restantes mostraron una diversidad de criterio llamativa, en la que coexistieron el rechazo a algunos de los trece puntos tratados, con rechazos de casi todos los puntos por parte de otros legisladores. A los efectos de formular preguntas estúpidas, vale concentrarse solo en el punto “h” del artículo 4° (punto 5 en el cuadro), referido a un término nada popular pero que cobró vigencia: “Fideicomisos”.

La complejidad del término no es objeto de esta reflexión, salvo con una observación a futuro: no son una “caja negra de la política” (frase que nada aclara), sino otra burda ingeniería del “Estado que nos cuida”, para sustraer recursos públicos impúdicamente. Lo que lleva a la Pregunta estúpida 1: ¿qué control realizan los legisladores respecto a su administración y destino, o bien, sobre quiénes deben controlarlos?

El punto “Fideicomisos” tuvo 33 rechazos, pero 22 aprobaciones. Entre los 15 integrantes del bloque Hacemos Coalición Federal, hubo 6 aprobaciones (entre ellas la de los experimentados Monzó y Massot), y 10 rechazos. Pregunta estúpida 2: ¿en un Bloque de 16 integrantes, pueden haber tamañas divergencias? En todo caso, ¿con qué argumentaciones?

Integra este bloque la Coalición Cívica, con el elenco estable que dirige la doctora Carrió: Oliveto, Juan López y Ferraro. Los tres votaron igual: 11 rechazos (incluye fideicomisos), una aprobación y una abstención. Pregunta estúpida 3: ¿integran Hacemos Coalición Federal, o es un bloque místico?

En el bloque de la UCR, el punto “Fideicomisos” obtuvo 13 votos a favor y 10 en contra, entre los que se encontraban los tres representantes de Ciudad de Buenos Aires. Pero en el bloque surge una curiosidad: Marcela Coli (La Pampa) y Fernando Carbajal (Formosa), votaron de igual modo, con  12 rechazos y una aprobación. Pregunta estúpida 4: ¿No serán “topos” de Unión por la Patria? 

Hay indicios, no traidores. Y bienvenida la publicidad de los actos públicos para que cada ciudadano formule sus dudas y saque conclusiones. Pero la pregunta más inquietante, que ya no es estúpida, es la frivolidad de repetir como un mantra las palabras “diálogo, acuerdo, consenso”, sin preguntarse sobre qué medidas y para qué: ¿para mantener privilegios y corrupciones público-privadas como hasta ahora, o transformar estructuras empobrecedoras? A nivel nacional tienen la palabra 355 políticos, de los cuales se mencionó a 55.

Buenos Aires, 21 de febrero 2024