Lucrar sin fines de lucro

Las prolongadas continuidades políticas y dirigenciales empobrecedoras y sectorialmente defensoras de privilegios, provocan que los discursos y gestos carentes de creatividad de las llamadas “castas” a nivel eslogan, dejen de ser creíbles y pierdan sus efectos persuasivos, lo que facilita detectar falacias e incongruencias. Ello pudo observarse en el trámite legislativo por la Ley Bases, y en las polémicas en general insustanciales entre diversos actores políticos. Pero como para lograr cambios es necesario conformar opinión formativa partiendo de conceptos simples y veraces, comprensibles para todas las franjas socio-culturales, es oportuno incursionar en el uso de las fachadas nobles (cooperativas, fundaciones), para negociados estatales. En este objetivo se inserta la renovada polémica en cuanto a la estructura jurídica de los clubes de fútbol, actualmente asociaciones civiles sin fines de lucro, y la posibilidad que también puedan actuar como sociedades anónimas deportivas (SAD).

Como es de manual, quienes usufructúan los beneficios del sistema vigente intentan encapsular el debate tras eslogans dignos, al plantear que los clubes son de los socios, recurso similar al eslogan “el Estado te cuida”, que propagan dirigentes enriquecidos en un país empobrecido. Para el debate, vale recordar que nunca la opción es entre Estado y privado, porque los gobiernos tienen la potestad exclusiva de legislar, controlar y juzgar, sino es entre si se administra bien o mal, o si se roba o no se roba. Las SAD además no tienen un modelo único, y a nivel internacional presentan distintas variantes, con éxitos, fracasos y estafas. Por lo que, previo a discutir alternativas, se debe partir de la incongruencia de plantear a los clubes de fútbol profesional como entidades sin “fines de lucro”, sea para sus miembros o para terceros, dado que el “lucro” (léase ganancias, beneficios o utilidades de algo), lo usufructúan particulares en perjuicio de socios y simpatizantes, llevando a muchos clubes al límite de la disolución, o a un injustificado desprestigio producto de malas praxis y negociados. Este debate, por ser el manejo del fútbol profesional un tema que la mayoría de los ciudadanos conocen y pretenden entender, es útil para desentrañar de modo didáctico el funcionamiento político, ya no como metáfora, sino como una realidad que se expresa en la participación en las comisiones directivas de habituales personajes políticos, empresarios, sindicalistas e integrantes de la farándula, que replican en el ámbito deportivo las mismas estrategias de poder y corrupción, manipulaciones electorales y legales (impugnación de listas opositoras), y presentación de balances poco fiables, que en las asambleas se aprueban sin control estatal previo y con la intimidación de barras bravas. Tampoco se pone en conocimiento público los contratos de compraventa de jugadores, salarios mensuales y premios de futbolistas y equipo técnico, pues se argumenta que la información es privada. El circuito depredador se cierra con las nuevas gestiones que denunciando los quebrantos provocados por la gestión anterior, anuncian acciones penales, sin publicar texto de la demanda, abogado interviniente, expediente y juzgado. Se ingresa luego a omisiones y complicidades judiciales que concluyen con la impunidad de los negocios multimillonarios de las entidades “sin fines de lucro”.

Sirve como ejemplo vigente la situación del club Independiente de Avellaneda, que se hizo prestigioso a nivel nacional e internacional (dos veces campeón mundial de clubes), a través de dirigentes probos y capaces conocidos como “los gallegos”. El desarrollo de las comunicaciones transformó internacionalmente al fútbol en un multimillonario negocio, y en nuestro país empobrecido, las multipartidarias dirigencias perennes fusionaron fuertemente a la política con el fútbol. Tras el descenso del club a la categoría B con el presidente Cantero, en julio del 2014 triunfó holgadamente la lista integrada por la fórmula Hugo Moyano-Noray Nakis, de la que participaban entre otros, el sindicalista bancario Palazzo y el diputado Ritondo. En el 2017 comenzó la causa en la que se denunció a la Comisión Directiva por lavado de dinero y administración fraudulenta, la que pese a una eficaz investigación y acusación del fiscal Sebastián Escalera, la jueza Brenda Madrid, a siete años de iniciada, no la elevó a juicio oral. En el 2022 el clan Moyano pretendió ser reelegido por tercera vez, embarcando al club en un largo litigio en medio de la crisis. Finalmente triunfó la lista encabezada por el periodista de espectáculos Fabián Doman, que insólitamente renunció transcurridos seis meses, y que también integran los políticos Grindetti y Ritondo. Los Moyano dejaron una deuda con clubes por transferencias, con jugadores y cuerpos técnicos por primas y salarios, y con representantes e intermediarios, cercana a los 20 millones de dólares.  En el colmo de un sindicalista, la deuda por el no pago de aportes sindicales y obra social de los empleados del club, era de 84 millones de pesos.

Es evidente que un debate serio no puede realizarse escudados en eslogans falaces. Más aún cuando las deudas “sin fines de lucro” se pagan en el exterior y en dólares. El esquema actual recuerda a una estrofa de Atahualpa Yupanqui cantando “las penas son de nosotros (socios y simpatizantes), y las vaquitas son ajenas” (responsables de los quebrantos).

Buenos Aires, 31 de julio 2024

Ratoncitos políticos

Si bien el idealizado juego de mesa llamado “Anticipe usted mismo el armado de listas sábanas legislativas 2025” refiere a las candidaturas nacionales, sus reglas serán aplicables a las distintas jurisdicciones provinciales, respetando el principio aplicado en el libro UPA, publicado hasta finales de la década del 90 para aprender a leer y escribir, en el que palabras, imágenes y hechos coincidían (ejemplo, la palabra “pato” coincidía con la imagen de un pato que actuaba como pato). Esta simplicidad que no abunda en el discurso político, lejos de ser menospreciativa, permitirá que cualquier ciudadano participe con posibilidades de éxito en el juego analítico. Cabe destacar el creciente aporte de algunos medios gráficos y televisivos, consistente en publicar foto, nombre y partido de los legisladores involucrados en las votaciones, pues el modo de evaluarlos no es por lo que declaran, sino por como votan, que es lo que define la existencia de leyes. En este caso se analiza la votación de nueve diputados de la provincia de Buenos Aires que ingresados por La Libertad Avanza, votaron la creación de una Empresa Bonaerense de servicios de ambulancias a través de una Sociedad Anónima con Participación Estatal Mayoritaria.

La actitud en sí de los diputados no es novedosa, pues existen innumerables antecedentes. Tal el caso del pediatra Lorenzo, alias Borocotó, que recién asumido en el 2005 como diputado por el partido de Macri, fue captado de inmediato y exhibido como trofeo por el entonces Jefe de Gabinete kirchnerista Alberto Fernández, lo que instaló el término borocotización y panqueque. Es habitual también que quienes legislanpara permitir estas estafas electorales a los votantes, en un ejercicio de hipocresía e indignaciones sobreactuadas,acusen de traidores a los que con banca en mano, abandonen el espacio por el que fueron elegidos. Pero catalogar de “ratas” a legisladores es inadmisible, no solo porque los agravios no ayudan a ejercitar aprendizajes racionales, sino porque facilitan que oportunistas simulen sentirse ofendidos (sentimiento difícil de creer en tradicionales políticos), para justificar no votar determinadas leyes. Por lo expuesto, es más didáctico utilizar metáforas de nuestra etapa infantil, que además fomentaban la imaginación. Por ejemplo, decir “ratoncitos” en lugar de “ratas” remite a animalitos simpáticos habituales en cuentos infantiles, por lo que a los legisladores que se traspasan de un espacio a otro con banca asegurada, se los llamará cariñosamente “ratoncitos”; y a los ya crecidos y engordados que vienen ejerciendo esta práctica desde hace años, se los llamará “ratoncitos seniors”. Dicho lo cual, lo distintivo del caso de los nueve diputados provinciales es que como pocas veces transparentó una recurrente patología que abarca aspectos partidarios, electorales, y fundamentalmente, vulnera el concepto de representatividad ciudadana que emana de los votantes. Resaltan tres elementos:  

1.- El grupo de los nueve alcanzó las diputaciones a través de la lista de La Libertad Avanza, y una vez asumidos, mutaron en el bloque llamado Unión, Renovación y Fe, encabezado por Gustavo Cuervo.

2.- En estos casos acrobáticos cabe detenerse en las justificaciones. Cuervo declaró: “fuimos parte de la Libertad Avanza. Claro que sí. Ahora los nueve somos independientes. Hemos sido críticos del gobierno nacional. Hay aspectos de la gestión que nos parece cuestionables”. No conforme agregó una justificación casi enternecedora, que expone el escaso nivel en el análisis de proyectos: “es cierto que habíamos votado en contra en comisión, pero vimos aspectos positivos tras interiorizarnos con intendentes del interior que ven bien a la empresa” (declaraciones en La Nación – 10/07/24 – página 15). Como se verá, muchos de quienes pujan con desesperación para subirse a una lista sábana con posibilidades, no tienen pruritos para una vez asumidos, transformarse en libres pensadores y simular dignidad. 

3. El tercer elemento didáctico es la ratificación de que en el armado de listas sábanas no se discuten ideologías. En este caso los nueve simpáticos “ratoncitos” aprobaron un proyecto estatista, que carente de estudio de prefactibilidad económica tiene visos de negociados, y está en las antípodas del pensamiento del espacio liberal con el que se presentaron ante la sociedad.

A futuro surgen dos prevenciones. La primera, que urge que los legisladores establezcan leyes electorales que eviten estas estafas. En cuanto a los encargados de armar una estructura de La Libertad Avanza a nivel nacional, deberán tener presente que como sucede en los otros espacios políticos, para integrar las listas sábanas libertarias se presentarán peronistas, radicales, kirchneristas, federales, desarrollistas, el Polo Obrero, piqueteros y algún neoliberal confundido. Y asumir que ante tal agolpamiento, las fuerzas del cielo no podrán hacer nada.

Buenos Aires, 24 de julio 2024

Carrió vuelve

Desde hace un tiempo la sociedad afronta una secuencia de hechos marcados por el término “inédito”, que adecuadamente evaluados podrían canalizar transformaciones estructurales virtuosas. Cabe comenzar con la “inédita” designación de Alberto Fernández como candidato a presidente a través de un tuit de Cristina Kirchner, quien se autoproclamó vice, y la incorporación días más tarde del siempre “renovador” Massa, configurando una trilogía para ganar. Y triunfaron. Una “Inédita” campaña electoral 2023 en la que el candidato presidencial oficialista y también ministro de Economía, tomaba decisiones generando deudas a futuro con el fin de triunfar, contando con un explícito apoyo corporativo sindical, empresarial, gobernadores, hipócritas que lucran invocando a la pobreza, la educación, la ciencia y la cultura, y un sector de la Iglesia que elude hablar de corrupción siempre y cuando a los pobres les den de comer. Pero perdieron. Tampoco triunfó Juntos para el Cambio, que resultó ni Juntos ni Cambio, sino una suma de intereses personales y sectoriales alejados de objetivos nacionales. Ante tantos dislates, en otro hecho “inédito” llegó al poder un exótico personaje llamado Milei, que no impactó al votante por ser anarco capitalista o admirador del economista austríaco Hayek, sino por reflejar un mayoritario hartazgo social bajo la consigna de terminar con las castas generadoras de políticas depredadoras. Pero como un sistema electoral amañado permite la continuidad de viejos políticos, los hechos “inéditos” continúan, y es así que el gobierno tuvo sus primeras leyes tras más de seis meses de gestión. Como síntoma optimista se destacó la intensa actividad legislativa que permitió apreciar las actitudes de cada legislador ante temas específicos, y la dificultad en desactivar políticas que generan privilegios, cuyos beneficiarios agradecen con las pertinentes contraprestaciones que el ex funcionario José López denominara en sede judicial “dinero de la política”.

De ahora en más el seguimiento de los hechos políticos deberán evaluarse en un contexto de campaña para las elecciones legislativas del 2025, que a un año del cierre de listas ya comenzó. Para mantener el criterio que los análisis, opiniones e interrogantes sean masivamente comprensibles, es oportuno ir instalando el metafórico juego de mesa llamado “Anticipe usted mismo el armado de listas sábanas 2025”. La tarea se verá facilitada porque a las viejas dirigencias les será muy difícil ocultar sus antecedentes y generar campañas creativas en las que confluyan personaje, imagen y mensaje, pero dado que no será un juego adivinatorio sino analítico, cabe establecer ciertas pautas. La más importante es basarse solo en nombres propios y sus entornos familiares directos en el armado de listas, sin enredarse en abstracciones ideológicas, partidarias o simbólicas, tales como peronista, radical, kirchnerista, macrista, izquierda, derecha, Patria, y menos aún, términos como unión, juntos, todos, o similares. Tampoco cabe impresionarse ante cruces de amenazas o agravios reales y sobreactuados, porque es sabido que pueden licuarse en el armado final de las listas sábanas, habitualmente llamadas “de unidad”.

A modo de ejemplo de un juego aún sin reglas, se comenzará citando a Elisa Carrió, justificadamente reconocida como una de las políticas intelectual y moralmente más consistentes, como también por su condición de soberbia y enorme incapacidad para mantener estructuras partidarias y relaciones políticas en el tiempo. Acostumbrada a augurios tremendistas, brindó un reportaje al diario Clarín publicado el 16 de junio pasado en la página10, expresando que “La República está en riesgo con Milei como con Cristina Kirchner”. Sus intenciones salvadoras se develaron de inmediato cuando anunció que “planea en el 2025 ser candidata a senadora en la ciudad”, agregando el desgastado latiguillo “de apostar a construir una tercera vía”. Con estos datos el analista amateur puede formular una hipótesis, y suponer que la reaparición de Carrió es una habitual estrategia para negociar puestos en las listas sábanas. Y dadas las urgencias económico-sociales, considerar más razonable que las distintas posturas o vías se manifiesten con los actuales legisladores a través de sus votaciones, y no esperar al recambio legislativo a partir de diciembre del 2025. En síntesis, que las estrategias de campaña se sustenten en hechos, no en palabras. En tal sentido, el Pacto de Mayo suscrito en Tucumán entre dieciocho gobernadores, de ser genuino, podría ser un excelente augurio. 

Buenos Aires, 17 de julio 2023

10 mandamientos y Hammurabi

A más de seis meses de asumido, en la madrugada del 28 de junio el gobierno obtuvo la aprobación de sus primeras leyes. En simultáneo se produjeron dos hechos relevantes que relacionan iglesia y justicia, que deben comentarse de modo masivamente comprensible, para lo cual se toman dos hitos históricos. En lo religioso, los 10 mandamientos que según el Éxodo estaban en las tablas que Moisés recibiera de Dios en el siglo XIV a.C., y que establecen cronológicamente la base moral del judaísmo, cristianismo e islam. En el campo de la justicia, el código más antiguo conocido, elaborado por el rey babilónico Hammurabi en el 1750 a.C., que con el propósito de “castigar a los malos e impedir que el fuerte oprima al débil”, regula los actos civiles y penales de la población a través de 289 leyes. Lo destacable de estos antecedentes fundacionales surgidos en épocas en la que predominaba el analfabetismo y regímenes políticos autocráticos, es la claridad de sus normas para su efectiva transmisión y comprensión por todos los sectores por igual, sin capciosas interpretaciones.

La referencia surge ante recientes hechos en lo que confluyen jerarquías eclesiásticas y judiciales, que en sus homilías o dictámenes omiten un mandato común: “No robarás”. Altas jerarquías de la Iglesia Católica recurrentemente se remiten a denunciar la creciente pobreza, sin mencionar los actos de corrupción estatal-privada que la provoca. Por el contrario, se facilitan templos para que corruptos mezclados con ingenuos y feligreses los utilicen para mantener privilegios e impunidades judiciales. Basta recordar a José López en junio de 2016 intentando ocultar un bolso con nueve millones de dólares que definió como “dinero de la política” (la omertá prohíbe dar nombres) en un convento protegido por funcionarios de su gobierno, y del fallecido arzobispo de Mercedes-Luján, Rubén Di Monte. Ni hablar de comidas organizadas en naves de iglesias, para lo cual sobran alternativas viables, pues recuerdan la escena bíblica en la que Jesús echó a los mercaderes del templo. Es obligación de la iglesia defender y socorrer a los más desprotegidos, como enseñó Jesucristo, pero de igual modo recordar el mandamiento “no robarás”, aun cuando algunos corruptos exhiban una cruz colgada en el pecho.

También la justicia olvida este mandamiento para castigar a los que roban recursos del Estado, como haría sospechar el reciente fallo de una sala de la Cámara de Casación Penal en relación a la causa conocida como Cuadernos, que cabe analizarlo cual investigadores amateurs de un supuesto crimen (impunidad judicial), y como en las novelas o películas policiales, concatenar hechos cronológicamente:1) La causa oral Cuadernos surgió en el 2016, y se elevó a juicio oral en el 2021, ante el tribunal integrado por los jueces Castelli, Méndez Signori y Canero; 2) Tras casi cuatro años sin inicio del juicio, en junio la fiscal designada Fabiana León elevó una queja a Casación contra los jueces del tribunal por retardo de justicia; 3) Ante ello, la Cámara integrada por los jueces Hornos y Borinsky le hacen lugar, y ordenan iniciar el juicio a la brevedad; 4) Casi en simultáneo la Cámara integrada por los jueces Mahiques, Barroetaveña y Petrone, dictaminan que Calcaterra no pagó coimas sino aportes electorales, delito que prescribió, sin que la jueza electoral Servini de Cubría lo detectara; 5) El juez Castelli a su vez, integrante del Tribunal Oral, firmó una durísima acusación de interferencia contra la Cámara que sacó a Calcaterra del juicio; 6) Por último, el fiscal de Cámara Raúl Pleé pidió anular dicha sentencia.

Observados los seis antecedentes, es momento de apelar a una enriquecedora virtud infantil en su etapa de aprendizaje, consistente en ser curioso y preguntar: ¿y si esta confusa acumulación de intervenciones actuadas como enojosas tiene el objetivo de seguir demorando el juicio oral?  Más allá de esta duda, el planteo de los jueces Mahiques, Barrotaeveña y Petrone arroja interesantes pistas para descubrir corruptos: 1) la causa confirmó que para contratos millonarios aún en gobiernos “nacionales y populares”, las coimas se pagan obligadamente en dólares; 2) el hecho de que Calcaterra, “primo de Macri” según las crónicas, aporte para las campañas electorales de opositores a su primo, confirma que en materia de corrupción no hay grietas; 3) hace viable este supuesto que el controvertido fallo no haya merecido críticas de ningún espacio político, incluido el de Myriam Bregman y Del Caño; 4) que se acepten los dichos de Calcaterra sin pruebas fehacientes (recibos de aportes), explica que la justicia jamás compruebe enriquecimientos ilícitos, único delito en el que el acusado debe demostrar su inocencia.

Sería oportuno entonces realizar un retiro espiritual y formativo entre autoridades eclesiásticas, jueces y fiscales, para debatir cómo actuar ante políticos y sus cómplices que incumplan el séptimo mandamiento: “No robarás”.

Buenos Aires, 03 de julio 2024