Pensar como político

El cierre de año promueve balances y estimula las actividades lúdicas, para lo que se propone dar inicio al ya mencionado metafórico juego de mesa llamado “Arme sus listas sábanas legislativas 2025”, destinado a analizar el contexto político del próximo año en base a la principal preocupación de sus actores: mantener poder electoral en lo partidario, y acceder a cargos legislativos en lo personal. Se recuerda que para ello se supone un tablero dividido en cuatro sectores con siete casilleros cada uno, que representan a los tres espacios/coaliciones excluyentes en la última elección (JxC, UxP y LLA), y un posible cuarto sector para la posible creación de un “espacio de centro”, armado no para triunfar, sino para presionar y negociar posiciones en las listas principales.

En los casilleros se insertarán los nombres de siete políticos que, con independencia del orden de ubicación, el jugador supone que encabezarán las listas sábanas en los dos distritos mayoritarios en los que pesa el concepto de “sábana”: Ciudad de Buenos Aires (se elegirán 12 o 13 diputados y 3 senadores), y Provincia de Buenos Aires (se elegirán 35 diputados, sin renovación de senadores). Por lo que en la Ciudad en sus siete casilleros se pondrán los nombres posibles de cinco diputados y dos senadores de los tres que se renuevan, y en Provincia los de siete diputados. El juego finalizará un mes antes de la oficialización de listas, tras lo cual se harán las comparaciones. Como el ejercicio no es de adivinación, sino implica un análisis permanente del devenir político para ir armando posibles configuraciones, la utilización de nombres propios vastamente conocidos, cumple con el requisito didáctico de la educación básica, en el que nombre, imagen y comportamientos sean congruentes, como por ejemplo que el término “oso” coincida con la imagen y actitudes de un oso. Este objetivo no se lograría si se apelara a rebuscados enfoques intelectuales, pretendidas diferencias ideológicas o encendidos discursos de barricada, pues es sabido que para mantener poder y privilegios, estas diferencias desaparecerán al momento de acordar los armados de las diversas listas. Lo relevante no será entonces lo que el político proclame, sino lo que decida (ejecutivo), y como vote o se ausente (legislativo), siendo los medios masivos de comunicación las fuentes de información naturales. En cuanto a las presentes reflexiones por ser subjetivas, serán solo referenciales, pues cada jugador/ciudadano elegirá sus fuentes informativas y evaluará los contextos políticos de acuerdo a su propio criterio.

La escala del juego parte de que a nivel nacional se elegirán 151 cargos de legisladores (127 diputados y 24 senadores), de los cuales los distritos CABA y provincia de Bs. As. aportarían 47 diputados, y 3 senadores en la Ciudad. En este marco y considerando la paridad de género, los siete nombres que encabezarán las listas de las cuatro coaliciones planteadas, marcarán los futuros realineamientos, discusiones y acuerdos. Como dato ilustrativo, se cita la distribución por distrito y coalición de los 45 diputados ingresados en el 2023: Ciudad de Buenos Aires:       5 UxP –   5 JxC – 2 LLA. Total = 12

Provincia de Buenos Aires:  14 UxP – 10 JxC – 9 LLA. Total = 33

Para avizorar realineamientos y la creación de un posible cuarto espacio electoral, se citan algunos de los nombres de quienes se les vence el mandato en el 2015, e intentarán renovar. Como senadores de CABA, Lousteau, Tagliaferri y Recalde hijo. En diputados, Moreau Leopoldo y Palazzo (UxP); Vidal, Santilli, Iglesias y Laspina (PRO); Lombardi, Tetaz y Manes (UCR); López y Oliveto (CC), Espert (LLA), y López Murphy, Monzó, Randazzo y Stolbizer, pertenecientes a la escudería Encuentro Federal, que nadie votó. Entre quienes posiblemente intenten un retorno para gozar de las mieles legislativas, se encuentran Larreta, Massa, Carrió, Schiaretti y Urtubey. Los mencionados y otros pretendientes, indican que las negociaciones podrán asimilarse a la lucha por conseguir un bote salvavidas ante un naufragio.

Como todo juego necesita un único y claro punto de partida, y considerando que las presentes reflexiones se retomarán el 29 de enero próximo, podría plantearse un arranque veraniego basado en dos actores esenciales intencionadamente no mencionados: Cristina Kirchner y Mauricio Macri, quienes encabezaron el gobierno en los últimos 20 años, aclarando que el de Alberto Fernández se adjudica a UxP, vista su forma de designación sin objeciones partidarias, políticas de gobierno adoptadas y equipos designados. Gran parte del éxito del juego depende de formular hipótesis consistentes sobre ambos en base a los siguientes interrogantes: ¿qué liderazgos representan hoy? ¿quiénes promueven sus nombres, creen en sus liderazgos o buscan mascarones de proa electorales? Finalmente, ¿se presentarán como candidatos a diputados? ¿les conviene y lo desean? No apresurarse con las respuestas, y tomarse enero para analizarlo.

Buenos Aires, 26 de diciembre 2024

Próxima newsletter el miércoles 29 de enero 2025

Corrupción para principiantes

El devenir político presenta una concatenación de imágenes con hechos institucionales, nombres propios y números concretos, que permiten aplicar principios de educación básica para explicar de modo comprensible para todas las franjas sociales la problemática de la corrupción pública, causante del atraso que desde hace décadas sufren los argentinos. Rol didáctico que no cumplen las grandilocuentes batallas culturales, que en esencia son vulgares propagandas igualmente masivas, pero cuyos mensajes se diseñan para llegar a los niveles intelectuales más elementales. La presente reflexión puede ordenar dichos hechos a modo de una simple ecuación: 355 + Congreso nacional + Juez Lijo + ficha limpia + expulsión de Krueider + políticos honestos e inocentes = corrupción.  

355 indica la cantidad integrada por el presidente, vice, gobernadores y legisladores nacionales elegidos por el voto popular, que tienen poder de decisión. Sus intereses, sea por sí o por quienes los representan, se congregan en el Congreso Nacional, que entre sus funciones está la de designara los jueces del Poder Judicial, con decisiones finales que suelen tergiversar los concursos del ineficaz Consejo de la Magistratura, para concluir con los clásicos acuerdos de antaño: “estos jueces son tuyos, y estos míos”. Un ejemplo de tal laxitud se manifiesta en el trámite para designar al juez Lijo como integrante de la Corte, cuyos debates apelan a las indefinidas “inhabilidades morales”, subsanables si se llega a acuerdos políticos. Moralidad que no impidió la no aprobación de la mal llamada ficha limpia, pues permitía ocupar cargos públicos a quienes estén procesados o con una condena. Pero días más tarde de este fracaso, se ignora si por imperio de las fuerzas del cielo o del infierno, surgió el caso del senador justicialista Krueider, funcionario del gobierno de Bordet en Entre Ríos, y que accediera a la banca en el 2019 con la boleta presidencial Fernández-Kirchner, detenido en Paraguay acompañado por una empleada del Senado con más de 210.000 dólares en un bolso, tras lo cual sus colegas acudieron a la puesta en escena de la indignación, manifestada incluso por un senador procesado. Pero como el objetivo era la ocupación de su banca, se omitió el menú de opciones políticas usuales en casos de corrupción que los afecta, tales como ser víctima del “lawfare” o de una emboscada de la SIDE, ser inocente hasta que no se compruebe lo contrario, o ejercer el derecho de defensa. Se decidió que su mayor culpa fue la de haber votado parte de los puntos de la Ley Bases, por lo cual resultaba claro que los 210.000 dólares se los había pagado el gobierno. Atento a lo cual y en un rapto generalizado de moral, ética y honestidad, se votó la expulsión de Krueider. Para lograrlo se necesitó el aporte del último eslabón de la ecuación mencionada al inicio, al que no se le presta la debida atención en casos de corrupción: los autoproclamados políticos honestos e inocentes.

El concepto de corrupción tiene dos facetas: la penal, en la cual los funcionarios y sus cómplices se enriquecen ilícitamente a costa de recursos del Estado a los que tienen acceso. Pero para lograrlo necesitan de la segunda faceta, que es la institucional, consistente en la pasividad de otros funcionarios y legisladores, lograda a través de prebendas y privilegios penalmente no punibles, para que simulen no ver, no entender, dejar hacer y dejar pasar. Esto explica que los actos de corrupción se hagan públicos de manera fortuita (bolsos de López, patrimonio del fallecido secretario presidencial Muñoz, el yate de Insaurralde, los dólares de Kueider), o por investigaciones periodísticas. Nunca a través de políticos con los que conviven por décadas. Esta asociación entre el acto penal y la complacencia institucional, configura el concepto abarcador de corrupción: descomponer, deteriorar, destruir.

En el caso Krueider se podría citar al locuaz Luis Juez, experimentado, reputado de honesto, y según sus propias palabras “ningún boludo”, que promovió la suspensión y votó la expulsión. O al igualmente locuaz Lousteau, ausente en la sesión. Por lo que los considerados honestos e inocentes, deberían aclarar si nadie conocía el enriquecimiento de Krueider u otros políticos con los que conviven, si existen declaraciones patrimoniales actualizadas de los legisladores, y se investigan sus eventuales inconsistencias. Si se conocen los antecedentes de los miles de empleados del Congreso, como los de la empleada que acompañaba a Krueider, y del empleado que supuestamente le facilitó el vehículo para su traslado. Y aprovechando el brote ético-moral generalizado, informar si se solicitarán y harán públicos los antecedentes policiales, judiciales y patrimoniales de quienes integrarán las próximas listas legislativas sábanas, o apelando a la terminología del senador Juez, todos se harán los boludos.  

Buenos Aires, 18 de diciembre 2024

La familia judicial

En el marco de una degradación institucional visible, es momento de reflexionar sobre el desempeño del Poder Judicial, al que se ingresa a través de relaciones familiares y padrinazgos en lugar de concursos públicos, generando vínculos internos que a menudo son motivo de sospecha cuando interrelacionan tramitaciones de causas de corrupción con gestión de ascensos. El eterno conductor del gremio, por ejemplo, está casado con una jueza. En cuanto a eficacia, cabe destacar algunas causas emblemáticas.

1.- Causa “Sobornos a funcionarios pagados por Siemens para la confección de pasaportes y DNI”, iniciada en 1998 (juez Ariel Lijo). Siemens confesó el pago de millones de dólares, y tras 26 años, no hay Tribunal oral designado.

2.- Causa “Sobornos a funcionarios pagados por Skanska por adjudicación de ampliación gasoductos Norte y Sur”, iniciada en 2006 (jueces López Biscayart y Casanello). En octubre de 2019 el juez Casanello envió la causa a juicio oral, designándose al Tribunal integrado por Costabel, Gorini y López Iñíguez. Juicio iniciado en abril de 2024.

3.- Causa “Desaparición de fondos públicos destinados a Fútbol para Todos”, iniciada en 2015 (jueza Servini de Cubría). Elevada a juicio oral ante el Tribunal integrado por Basílico, Michilini y Grünberg, el mismo se inició en junio de 2024.

4.- Causa “Panamá Papers, con argentinos sospechados de conformar empresas off-shore”, iniciada en 2016 (juez Casanello). Sin avances a la fecha.

5.- Causa “Sobornos de la empresa Odebrecht de Brasil a funcionarios públicos latinoamericanos”. Iniciada en 2016, en Argentina se dividió en tres causas: a) “Soterramiento del tren Sarmiento” a cargo del juez deGiorgi sin avances, pese a reclamos de la Cámara Federal para que defina la situación procesal; b) “Ampliación gasoductos Norte y Sur”, a cargo del juez Rafecas, elevada a juicio oral ante el Tribunal integrado por los jueces Gorini, Giménez Uriburu, sin fecha de inicio; c) “Planta potabilizadora de Aysa”, a cargo del juez Casanello, elevada a juicio oral sin fecha de inicio. Cabe señalar que en Brasil, Perú, Ecuador y Panamá, los juicios terminaron hace más de dos años, con condenas a funcionarios y empresarios.

6.- Causa “Defraudación de fondos públicos por la Fundación Sueños Compartidos”. (Jueces Oyarbide y de Giorgi) Iniciada en 2011, se elevó a juicio oral hace tres años, ante el Tribunal integrado por los jueces Paillotti, Obligado y Martínez Sobrino, sin inicio a la fecha.

7.- Causas por “Espionaje ilegal de servicios de inteligencia”, con denuncias formuladas entre 2019 y 2022. El juez de Giorgi tiene cuatro de ellas, sin avances a la fecha.

8.- Causa “Lavado de dinero a través de la Inmobiliaria Los Sauces y Hotesur”. Tras el insólito cierre de la causa en el 2021 por los jueces Obligado y Grünberg, designados para llevar a cabo el juicio oral, la Cámara de Casación anuló esta decisión, y se designó un nuevo Tribunal integrado por Paillotti, Michilini y Canero, aún sin fecha de inicio.

9.- Causa “Firma del memorándum con Irán”. Dictada la falta de mérito por el Tribunal integrado por Michilini, López Iñíguez y Obligado, la Corte Suprema ordenó iniciar un nuevo juicio oral. Los jueces sorteados para el juicio fueron Basso, Giménez Uriburu y Ríos.

10.- Mega causa “Sobornos entre 2005 y 2015 a funcionarios por obras públicas” (Cuadernos), iniciada en julio de 2018 (jueces Bonadío y de Giorgi). Elevada a juicio oral el 21 de septiembre de 2019 ante el Tribunal integrado por Canero, Castelli y Méndez Signori, recién en diciembre de este año se decidió iniciar el juicio el 06 de noviembre de 2025.   

11.- Causa “Denuncia del empresario Echebest contra el abogado D`Alessio”, iniciada en febrero del 2019 (juez Alejo Ramos Padilla). Manipulada para afectar la causa Cuadernos (operación Puff), se elevó a juicio oral ante el Tribunal integrado por López Iñíguez, Namer y Toselli, sin fecha de inicio.

Si se presta atención a las causas, personajes, tiempos y resultados, se podrá desmenuzar más fácilmente las realidades que ocultan los discursos políticos, que mezclan corrupción, moral y ética, con toques de Patria y Pueblo, y simulaciones de sorpresa e indignación ante nuevas corrupciones..

Buenos Aires, 11 de diciembre 2024

Periodistas aturdidos

Analizar u opinar de modo entendible para todas las franjas socio-culturales el desenvolvimiento político hasta las próximas elecciones legislativas nacionales, implica explicitar las pautas empleadas, como sucede con las bibliografías destinadas a aprender a leer y escribir.  Se señalan las siguientes:

1) Las críticas que definen a Milei como histriónico, agresivo, agraviante y otros adjetivos similares se consideran válidas, pero debe prevalecer que es un presidente electo con grandes desafíos. En este marco se estima contradictorio catalogar a su gobierno de débil por carecer de gobernadores, intendentes y mayorías legislativas propias, y en simultáneo hacerlo principal responsable de acuerdos llamados “opacos”; cuando los desenvolvimientos legislativos muestran la necesaria participación directa o indirecta de gran parte de todos los sectores políticos en la toma de decisiones. 2) En política predominan dos filosofías: la aristotélica basada en que se debe propender al bien común (muy aplicadas en los discursos), y las de Maquiavelo que la centra en la lucha por el poder (“realpolitick”). A esta última se tomará como adecuada para nuestra realidad. 3) Se considerará incursos en la condición de “casta” a quienes mantengan cargos políticos en forma ininterrumpida durante 25 o más años, periodo de tiempo que define a una generación. Milei no entra en esta categoría, pero debe moverse y negociar entre castas. Muchos legisladores impresentables no son casta según esta regla temporal, sino producto de nepotismos y listas sábanas). 4) La libertad de prensa y opinión se mantiene indemne en nuestro país, pese a la baja calidad institucional. Los intentos de limitarla fueron neutralizados con éxito, por lo que no hay riesgo de que se impida al periodismo continuar con la trascendental tarea de brindar información consistente (o manipulada según el caso), para que los ciudadanos saquen sus propias conclusiones.

En el campo comunicacional se generó en las últimas dos décadas un cambio profundo, en especial en lo político. Los mensajes masivos responden a clásicas técnicas propagandísticas nacidas en las primeras décadas del siglo XX para influir en la opinión pública en general, o de un grupo social en particular, cumpliendo con la regla de ser Unidireccionales o Asimétricas, pues el emisor, sea político o periodista, era quien elaboraba y presentaba sus mensajes ante los ciudadanos, que actuaban como simples receptores pasivos. Hoy los mensajes se intercambian públicamente en forma permanente entre formadores de opinión y ciudadanos comunes, entre inteligentes y delirantes, sin jerarquías preestablecidas. La consecuencia es que casi forzados a interactuar en las redes, muchos políticos exhiben sus mediocridades y contradicciones a través de videos y tuits, y avezados y tradicionales periodistas dedicados al análisis político, intentan polemizar con “influencers” de moda incursionando en frívolas “batallas culturales”, o bien pierden la calma ante el cruce de agravios que los afecten en lo personal. Es así como Fontevecchia inició una causa penal contra Milei que fue rechazada por la justicia en base al principio de libertad de opinión, y que el periodista apeló ante la Corte. O que Longobardi sintiéndose verdaderamente afectado por frases de Milei, convirtiera en obsesivas sus críticas y entrevistas en contra del presidente. Lo cual promueve un interrogante: sabido que el periodismo recurre habitualmente al modo potencial para describir rumores y hechos con visos delictivos, cabría preguntarse si en lugar de decir “ensobrado” se dijera que determinado periodista “estaría ensobrado”, la frase dejaría de ser agraviante.  

Dada la importancia que el periodismo cumple en los campos de investigación, información veraz y opinión, es de esperar que periodistas de reconocida capacidad profesional recobren la estabilidad emocional y eviten ser monotemáticos, pues los necesitamos para analizar un proceso político inédito desde 1983, en donde bajo mandato ciudadano, un peculiar personaje dejó a los integrantes de históricas estructuras corporativas aturdidas y sin consenso popular, pero plenamente vigentes. Situación que transformó a la llamada “opacidad” de las relaciones políticas en escenografías públicas en las que diversos actores transparentan hipocresías y contradicciones, como mostraron las fracasadas sesiones para la aprobación de la mal llamada “ficha limpia”. Para lograrlo fue vital el servicio periodístico de algunos medios de comunicación, cuando a partir del tratamiento de la Ley Bases en febrero tomaron como norma publicar de modo gráfico y claro con identificación individual, las ausencias decisivas que impiden obtener quorum, o bien los votos determinantes o fluctuantes para aprobar o rechazar proyectos de leyes trascendentes. Estas identificaciones explicarían que la primera sesión por la “ficha limpia” fracasara por solo una ausencia, y en la semana siguiente el quórum no se alcanzara por 16 ausencias multipartidarias que supuestamente la promovían, con justificaciones que rozaron el grotesco. Una legisladora simulando llanto, otra exhibiendo apósitos en su brazo, un legislador con certificado médico en su bolsillo, y el juego de la butaca, en el que si un legislador se sentaba y daba quórum, otro se levantaba. Señores periodistas, ante estos espectáculos con Milei incluido, no se excedan en lamentos y actúen casi como corresponsales de guerra. La fuerte corrupción lo amerita.

Buenos Aires, 04 de diciembre 2024