Chupetes retóricos

El chupete, usado en los primeros meses de lactancia cumple un rol benéfico, pero prolongado en el tiempo, causa malformaciones físicas y/o psicológicas. Los superficiales y falaces mensajes políticos que abundan en épocas electorales, ya sea en la etapa de internas entre candidatos que compiten dentro de una misma coalición, en la que predomina la individualidad, o en las generales, que se ajustan a estrategias comunicacionales masivas planificadas, actúan como chupetes verbales con consecuencias igualmente dañinas: pobreza, desempleo, desaliento, corrupción.

Para evitar estos perjuicios originados en los mensajes y discursos de las castas políticas, los mismos deberán procesarse con razonamientos críticos y simples, evitando el chupeteo irracional. Por ejemplo, comprender que la engañosa frase/chupete “pesada herencia recibida”, empleada en cambios de gobiernos de distinto signo, debería sustituirse por “obligaciones transferidas”, dado que en una democracia existen continuidades institucionales y administrativas, en las que oficialismos y oposiciones de turno participan con distintos grados de responsabilidad, por lo que unos y otros están en posesión de los datos de base necesarios para comprometer un programa nacional para conducir al país. No en vano en la presente campaña electoral y en plena crisis económica y social, varios dirigentes adelantaron sus deseos de candidatearse como presidente para recibir “la pesada herencia” en el 2023, cosa que no debiera sorprender, porque las herencias públicas gravosas no las afrontan los privilegios políticos, sino los ciudadanos comunes. Si bien la aparente solidez de nuestras castas (léase solidez de castas, no de coaliciones), no hace suponer la aparición de figuras por fuera de estructuras partidarias tradicionales, como sucediera en Chile y Perú, se debería tener presente que las caídas violentas de castas monárquicas y autocráticas ancestrales, como en las revoluciones francesa y bolchevique, entonces sin redes sociales ni trolls, se produjeron por un factor presente en nuestro país: el hambre del pueblo.

Ingresados en la campaña, cabe comenzar con frases de candidatos opositores, que tienen internas atractivas, mientras el oficialismo a mitad de su mandato, intenta reformular el eslogan “Macri, Macri, Macri”. El candidato radical Facundo Manes, en sus primeras declaraciones en la interna bonaerense de Juntos, también mencionó a Macri: “Yo no pertenecí al gobierno de Macri y Vidal”. Lo cual es sabido, como lo es también que se incorporó a la coalición a la que pertenecen los mencionados, en lugar de hacerlo en la coalición gobernante, que integran veteranos políticos de origen radical, como Zamora, Moreau y Ricardo Alfonsín, entre otros. La hibridez discursiva se incrementó cuando Manes expresó que “Cambiemos debería hacer una autocrítica”. Las autocríticas políticas, tanto de Cambiemos o Frente de Todos, se deben reflejar en programas públicos de gobierno virtuosos, coherentes y sostenibles en el mediano y largo plazo, impulsados legislativamente. Caso contrario, parecieran actos mecánicos similares a usar el chupete para que los bebés (los ciudadanos en este caso) dejen de llorar. La propaganda política en una democracia, tenga o no líderes excluyentes, debe priorizar la coherencia de la estructura grupal de apoyo a quienes conducen (racionalidad), por sobre la imagen individual o la frase mágica (emocionalidad, insustancialidad), como si los candidatos y las Coaliciones fueran productos comerciales.

Aporta a este análisis Margarita Stolbizer, que cuando se la consultó respecto a compartir lista con el ex intendente Jesús Cariglino en la interna bonaerense de Juntos, respondió: “No sabía que Cariglino iba a estar en la lista”. Esta confesión merece una aclaración más didáctica. Hasta minutos antes del cierre de presentación, las listas de candidatos sufren modificaciones producto de negociaciones entre diversas mini castas. Por lo que la preocupación de cada candidato no es ver quienes los acompañan o formular consideraciones éticas, sino pelear por una ubicación expectable para ingresar como legislador, trámite que incluye en muchos casos, negociar simultáneamente con otros espacios políticos.   

Los mensajes/chupetes analizados (herencia recibida, autocríticas, yo no tuve que ver, yo no sabía), por ser excusas atemporales usadas por las oportunistas castas políticas, no difieren según las formulen oficialistas u opositores.  Próximamente, se plantearán matices entre unos y otros.  

Buenos Aires, 11 de agosto 2021